Los niños tienen muchas preguntas, sienten miedo y además están muy aburridos.
¿El virus es un castigo porque nos portamos mal? ¿Porque no puedo ir a jugar con mis amigos? ¿Si es tan peligroso salir, por que mi papá no se queda en la casa con nosotros? ¿Nos vamos a morir todos? ¿Cuándo vamos a volver a ir a la escuela? ¿Por qué mi mamá esta en el teléfono todo el día viendo noticas y no me hace caso? ¿Por qué no voy a atener mi graduación en el teatro como habíamos esperado tanto? ¿Cuándo vamos a poder salir?
Es posible que no existen respuestas para todas las preguntas, sin embargo, hay que encontrar valor para hablar con la verdad, ser abiertos y aprender a comunicarse en una forma constructiva. Sobretodo hay que pensar en positivo, por los niños que tienen miedo y por nosotros también.
Desde los inicios de la pandemia del coronavirus la vida cambio radicalmente. Poco a poco, todos los países del mundo establecieron la cuarentena. Todo lo que se conocía como una forma de vivir dejo de funcionar como tal.
De un día para el otro, escuelas cerradas, familias guardadas en casa, amigos distanciados, la incertidumbre y el miedo se sienten a flor de piel. En momentos así, es fácil perder la calma y vivir con tensión.
Pretender que todo esta bien …imposible. Lo que la familia no habla de frente, las noticas y las redes sociales lo gritan. Como ejemplo y jefes de familia, es complicado poner una buena cara, sabiendo que las cosas no están bien y que la economía esta de cabeza. La gente se esta enfermando y muchos, la vida, han perdido.
Los niños son inocentes y quizá no entienden todo lo que pasa, pero no son tontos y … de qué saben que los tiempos están difíciles y notan que sus padres están preocupados lo saben. Ven como la gente esta distanciada, escuchan que hay que cuidarse más que antes y saben qué hay un virus que esta terminando con la vida de muchos.
Cuando uno no sabe qué pasa y no entiende qué puede hacer, siente miedo. Los niños, así como los adultos, se sienten más seguros cuando saben qué hacer para protegerse. Cuando encuentran orden que ayuda a balancear la falta de control y la inestabilidad que sienten.
Para poder encontrar un poco de paz en la crisis, es necesario reconocer y aceptar los propios miedos y las preocupaciones. Aprender a respirar y buscar pensamientos constructivos que ayuden a recobrar el control personal. De nada sirve poner de nervios a los demás.
Para cuidar a la familia, es bueno estar bien informado y seguir las recomendaciones de las autoridades. Mantener la comunicación abierta y clara, decir hablar con precisión y no pensar qué porque son niños pequeños no deben de saber nada.
Hoy es una la mejor oportunidad para fortalecer las relaciones familiares y para acercarse más. Aprovecha este tiempo que vale oro.
La receta
Los niños y la crisis
Ingredientes:
- Atención – estar pendiente de las necesidades, expresiones y angustias que sientan los hijos
- Empatía – conectarse con el sentir de los niños, sin hacerlos de menos o descalcificar su miedo
- Sinceridad – actuar y hablar con la verdad, sin espantar, validando los miedos de todos
- Prudencia – medir la información que se dice, manteniendo siempre un tono constructivo
- Actitud Positiva – buscar siempre la inspiración, el mejor lado y dar siempre confianza y fe
Afirmación Positiva para ayudar a los niños en la crisis
Soy el mejor ejemplo para mis hijos. Les hablo con respeto y los trato con cariño. Entiendo que ellos también la están pasando difícil y tengo que validar sus sentimientos. Mis hijos son lo más importante en mi vida, Les hablo con sinceridad y a su nivel les explico lo que necesitan entender. Les ayudo a que vivían una buena vida. Con amor los guío y los protejo. Ser su norte es mí privilegio, obligación y mì responsabilidad. Mis hijos son el regalo que la vida me ha dado.
Hablando con los hijos en momentos de crisis:
- Toda conversación es una oportunidad para acercarse y entenderse mejor. Hay que aprovechar cada momento para poder escuchar los pensamientos de los niños y así dirigirlos ofreciendo un tono emocional sano y empático.
- Como tratas a tus hijos ellos te trataran. Si les hablas con cariño, paciencia, respeto y con interés, ellos te van a responder igual. Pero si los ignoras y les gritas, los lastimas y los alejas, enseñándoles hacer igual de groseros que tú.
- Ayudar y entender a los hijos, es ayudarse y entenderse a uno mismo. Entre mejor es la relación con los hijos, más fuertes son los lazos y más sólidas son las relaciones familiares. Si uno tiene una buena relación con su hijo, se siente bien y hace que su hijo se sienta seguro y más feliz.
Los momentos de crisis ofrecen una oportunidad única para acercarse a los hijos y hacerlos mejores personas, aprovecha este gran momento.
Si sientes angustia y no puedes manejar esta crisis, habla hoy para hacer una cita de coaching personal. Manejamos citas por teléfono y por video. No hay distancias, ni lugar lejano que nos impida comunicarnos. Estoy lista para ayudarte.
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