Tengo una amiga que dice que cuando viene a mi casa mi esposo es demasiado amable con ella y que hasta una vez le trato de tocar sus caderas. Le pregunté a mi esposo y me dijo que nada que ver y que lo único que él hace es ser amable ya que sabe cuánto aprecio a esta amistad. No sé si mi amiga solo malinterpreta los gestos de mi esposo o si en realidad mi marido la seduce y no me lo quiere aceptar. No sé qué hacer ni a quién creerle.

Becky responde

Estar entre la espada y la pared es una situación complicada y muy incómoda.
Por un lado creo que tu esposo no tiene razón para mentirle y se me hace muy extraño que él sabiendo lo cercana que eres de tu amiga trate de seducirla o de faltarle al respeto. Por otro lado, no siento que tu amiga tenga una razón lógica para mentir.

Por lo tanto creo que esta es una cuestión de celos de ambos, posiblemente ninguno de los dos resista competir por la atención y el cariño que les das a los dos, así que la forma más sencilla de distraerte y ponerte en la conflictiva para ver a quién de los dos le vas a creer será al ponerte en una disyuntiva incómoda donde tú demuestres quien realmente le eres leal.

Cuando se trata de escoger entre melón o sandía la mejor elección es no elegir y dejar que ambos tengan el valor para confrontarse y ver quién de los dos está haciendo un lío por no resistir estar en medio de otra relación.

Qué se hace en estos casos

Reflexiona antes de actuar y piensa que vas a ganar si confrontas a los dos.

Aclara tu mente y piensa si en realidad tu eres la que te sientes incomoda o si al estar con los dos sienten que se crea algún tipo de tensión o incomodidad.

Expresa tus sentimientos con los dos y comunicarles claramente como te están haciendo sentir, así tu sola tendrás una medidor y sabrás si alguno de los dos sabe de lo que hablas o si en realidad es un producto de una fantasía.

Si en realidad reconoces que alguno de los dos ha traspasado los límites y han cometido alguna imprudencia, comunicate de inmediato y pon un límite claro.

Cerciorate que no se estén comunicando entre sí. “La otra cosa es cuánto apoyo emocional se da”. Si descubres que tu pareja consulta con frecuencia a tu amiga o se desahoga más con ella que contigo, sobre todo si se queja de su relación contigo, vale la pena tener una conversación sincera, pero sin acusaciones, al respecto.

Si te sientes insegura de alguna de las relaciones ya sea de pareja o de tu amistad es probable que sea algo en lo que ́ tú debes trabajar “celos de fantasía” y estás preocupándote por una amenaza que realmente no existe.

Cómo abordar el tema:

Liberá a ambos de culpas o de sentir vergüenza.

Asegúrate de no abordar el tema en forma de reproche o con un tono de acusación.

Planea la conversación con anticipación: ‘¿Cuándo tienes tiempo para hablar? Necesito como una hora’.

Habla claramente de tus sentimientos no de tus opiniones o suposiciones.

Da ejemplos o de incidentes concretos.

Recuerda que tu tono de voz también es importante: hacer que tu pareja se sienta atacada (aunque creas que se lo merece) no es la manera de tener una conversación productiva.

Si tu pareja te rechaza o se pone a la defensiva, confía en tu instinto. Tu pareja o tu amiga se pueden sentir ofendidos porque no confías en ellos.

Si te insultan, te rechazan o te ponen a la defensiva, no está bien. “Una reacción negativa puede ser un: ‘Estás locx, eres un idiota celosx, eres muy insegurx’, reacción negativa significa que probablemente tengas razón), pasa a segundo plano cuando hay algo mal con tu pareja. “Si así es como tu pareja te responde cuando quieres tener una discusión profunda e íntima, ¿dónde terminará esta relación?”.