Me crié con mi abuela hasta que tuve 15 años, después fui a vivir con mi padre por un par de años, a mi madre la vi casi después de 20 años, pero la relación fue siempre distante aunque siempre los he querido y los he extrañado. Mi padre emigró a otro país para encontrar un mejor trabajo. Mi madre vive en otra ciudad aquí en mi país pero solo la visito una vez al año. A pesar de que soy una persona adulta y madura me cuesta mucho trabajo buscarlos, hablar con ellos y tener una relación cálida y fluida con ellos, nunca los he dejado de querer.
Respuesta
Es comprensible que tener una relación con padres ausentes sea difícil, sin importar las razones. Todo niño desea y necesita el amor y la protección de sus padres. En tu caso, como en el de muchos otros, tus padres tuvieron que salir a trabajar y/o formar una nueva familia, dejando tu crianza en manos de tu abuela.
No se trata de juzgar ni culpar a tus padres, ya que probablemente hicieron lo mejor que pudieron con los recursos emocionales y físicos que tenían. A menudo, los padres se ven obligados a buscar trabajo lejos para mantener a sus hijos, lo que también les causa dolor y culpa, ya que su ausencia no es por elección sino por necesidad.
Todos en la situación sufren de alguna manera, pero la vida sigue adelante. Como hijo, es importante aprender a comprender, aceptar y, en muchos casos, perdonar, para poder mejorar tu calidad de vida a pesar de los dolores de la infancia.
Afortunadamente, tuviste la bendición de una gran abuela que te acogió, te crió y te hizo sentir querido, seguro e importante. Con ella, seguramente tuviste una relación cálida y cercana, ya
Aquí hay algunos consejos que pueden ayudarte a hablar más seguido con tus padres:
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Empieza con pequeños pasos: No sientas la presión de tener conversaciones largas e intensas desde el principio. Puedes comenzar con mensajes de texto cortos o llamadas rápidas solo para saludar.
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Encuentra un horario adecuado: Identifica momentos en los que tanto tú como tus padres estén disponibles y relajados. Esto puede facilitar una comunicación más fluida.
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Comparte cosas cotidianas: Hablar sobre eventos diarios, como lo que hiciste en el trabajo o una película que viste, puede ayudar a romper el hielo y hacer que las conversaciones sean más naturales.
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Expresa tus sentimientos: Sé honesto sobre cómo te sientes. Puedes decirles que te gustaría tener más contacto con ellos y que estás tratando de mejorar la relación.
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Haz preguntas abiertas: Preguntarles sobre sus vidas, cómo están y qué han estado haciendo puede mostrarles que te importa y facilitar la conversación.
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Sé paciente y comprensivo: Entiende que reconstruir una relación lleva tiempo. Sé paciente contigo mismo y con ellos mientras intentan reconectar.
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Utiliza la tecnología: Si viven lejos, aprovecha las videollamadas. Ver sus caras puede hacer que las conversaciones sean más significativas.
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Establece una rutina: Intenta establecer un día y hora específicos cada semana para hablar. Esto puede ayudar a crear un hábito y asegurar que mantengan el contacto regularmente.
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Busca intereses comunes: Encuentra temas o actividades que disfruten tanto tú como tus padres. Esto puede proporcionar un punto de partida para las conversaciones.
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Agradece y muestra aprecio: Siempre agradece el tiempo que te dedican y muestra aprecio por cualquier esfuerzo que hagan para comunicarse contigo.
Recuerda, la comunicación es una calle de dos vías. Con paciencia y esfuerzo, es posible fortalecer la relación y establecer un vínculo más cercano.
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