¿Por qué cuando me peleo con mi pareja siempre tenemos que dejarnos sin poder superar nuestras diferencias y tienen que pasar meses antes de volver a darnos una nueva oportunidad?
Respuesta
Me molesta tener una relación con una persona tan extremista, en la cual no puede tolerar un conflicto serio. Cuando pasa algo fuerte entre nosotros generalmente ella decide terminar con la relación. La primera vez que me dejó sufrí mucho ya que yo nunca vi el problema como esto es lo peor que pasó. Regresamos después de muchos meses y decidimos darnos una nueva oportunidad. Después de un tiempo otro conflicto sucedió y nuevamente terminamos. Ahora que ya hemos hablado y aprendido de ambos todo lo que nos molesta y lo que nos hace sentir mal, se dio otra situación y al hablar del conflicto ella decidió volver a terminar. No entiendo que sucede y no se si es una cuestión que quisiera continuar como que es muy infantil pelear, terminar, sufrir y volver tiempo después…
Claro que debe ser molesto vivir una relación tan frágil, especialmente cuando es difícil conciliar con una persona que tiene un umbral tan bajo ante el dolor y no tolera la incomodidad de los conflictos.
En lugar de seguir viviendo bajo estas condiciones, sería conveniente iniciar una relación que incluya rutas preventivas para evitar llegar a la escalada de frustración y enojo, lo que hace que la reconciliación sea difícil de manejar.
Cuando se trata de tener relaciones con personas extremistas, donde todo es blanco o negro, es recomendable reconocer que la relación debe ser siempre la prioridad. Quién tiene la razón debe ser un concepto sin importancia.
Cuidar la relación implica reconocer que no importa quién habló, quién se equivocó o quién debería entender las cosas de manera distinta. Con esta nueva perspectiva, ambos reconocen que si uno se equivoca, los dos tienen la obligación de cuidarse mutuamente sin buscar fallas o culpables. La relación es de ambos y ambos son responsables del bienestar mutuo.
Es importante entender que los conflictos no son problemas rígidos ni permanentes, sino condiciones temporales y situacionales que pueden ser resueltas o superadas.
Los temperamentos radicales muestran dolores profundos que no han sido sanados. Es muy recomendable que la persona busque apoyo y ayuda para manejar su incapacidad de contenerse y eventualmente entender las razones que la convierten en alguien tan rígido e intolerante.
Pelear o discutir sobre lo sucedido solo conducirá a crear más fracturas y desgaste dentro de la relación. Posiblemente ceder, entender a la persona y ayudarla a salir de su dolor permitirá que aprenda a confiar en el amor, la comprensión y el bienestar. Cuando la persona sane, tendrá tiempo de entender cómo se desborda emocionalmente y, lo más importante, encontrará razones para ser paciente, tolerante y verdaderamente feliz.
Sanar la rigidez emocional y la imposibilidad de salir del enojo requiere un enfoque consciente
Estrategias que pueden ayudar ser más tolerante ante los problemas:
1. Reconocer el Problema
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Aceptación: Aceptar que tienes rigidez emocional y problemas para manejar el enojo es el primer paso. Reconocer tus sentimientos sin juzgarte es crucial.
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Identificación: Trata de identificar los desencadenantes que provocan tu enojo y rigidez emocional. Llevar un diario emocional puede ser útil.
2. Buscar Apoyo Profesional
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Terapia: Un terapeuta o consejero puede ayudarte a explorar las causas subyacentes de tu rigidez emocional y enojo. Terapias como la cognitivo-conductual (TCC) pueden ser especialmente útiles.
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Grupos de Apoyo: Unirse a grupos de apoyo puede proporcionar un espacio seguro para compartir tus experiencias y aprender de otros que enfrentan desafíos similares.
3. Desarrollar la Autoconciencia
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Mindfulness y Meditación: Practicar mindfulness y meditación te ayuda a estar más presente y consciente de tus emociones, lo que facilita el manejo del enojo en el momento.
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Reflexión Personal: Tómate tiempo para reflexionar sobre tus emociones y comportamientos. Pregúntate por qué te sientes de cierta manera y cómo puedes reaccionar de manera diferente.
4. Practicar la Regulación Emocional
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Respiración Profunda: Técnicas de respiración profunda pueden ayudarte a calmarte en momentos de enojo.
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Tiempo Fuera: Si sientes que el enojo está creciendo, toma un “tiempo fuera” para alejarte de la situación y calmarte antes de responder.
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Ejercicio Físico: El ejercicio regular puede reducir el estrés y mejorar tu capacidad para manejar el enojo.
5. Desarrollar Habilidades de Comunicación
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Asertividad: Aprende a expresar tus necesidades y sentimientos de manera clara y respetuosa sin ser agresivo.
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Escucha Activa: Practica la escucha activa para entender mejor a los demás y reducir malentendidos.
6. Fomentar el Perdón y la Empatía
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Perdón: Trabaja en el perdón, tanto hacia ti mismo como hacia los demás. Esto puede liberar una gran cantidad de enojo reprimido.
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Empatía: Intenta ponerte en el lugar de los demás para comprender sus perspectivas y reducir la rigidez emocional.
7. Establecer Límites Saludables
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Límites Personales: Establece y mantén límites personales claros para proteger tu bienestar emocional.
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Autocuidado: Prioriza el autocuidado y asegúrate de dedicar tiempo a actividades que te relajen y te hagan feliz.
Ingredientes para Sanar la Rigidez Emocional
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Autoestima: Valorar y reconocer tu propio valor sin depender de la aprobación de los demás.
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Autocuidado: Priorizar tu bienestar físico y emocional, dedicando tiempo a actividades que te hagan sentir bien.
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Asertividad: Expresar tus necesidades y límites de manera clara y respetuosa, sin miedo a la confrontación.
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Fortaleza: Tener el valor para alejarte de lo que te lastima y encontrar personas que te valoran.
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Resiliencia: Capacidad para levantarte de las adversidades, aprendiendo de ellas.
Sanar la rigidez emocional y aprender a manejar el enojo es un proceso que lleva tiempo y esfuerzo, pero con persistencia y las estrategias adecuadas, es posible lograr un cambio significativo.
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