Tengo 4 aňos con mi novio y me ha dicho que si se quiere casar y que está juntando para pagar la boda, pero, cada vez que puede me comenta de oportunidades que le llegan para comprar cosas que implicaría gastarse el dinero de la boda o simplemente no dice nada de comprometerse formalmente, me encantaria tener mi anillo de compromiso pero ni siquiera creo que eso me da ilusión hoy en dia ya que siento que pedirle o hablar del tema es solo mendigar por algo que debería de ser bonito y natural. Creo que debo terminar con esta relación. ¿Qué opinas?

Respuesta

Me resulta muy curioso que diga que se quiere casar contigo pero no muestre acciones concretas para comprometerse. Sin embargo, no es algo raro. Muchos hombres están convencidos de que quieren casarse, pero el miedo al compromiso y la responsabilidad puede ser paralizante para ellos.

Es importante reconocer que el miedo puede ser un factor complejo de manejar. Cuanto más se les insiste en tomar acción, más pueden retraerse, sintiéndose presionados o considerando la formalidad del matrimonio como algo innecesario, aunque para ti sea significativo.

Mi sugerencia es que hables con él desde un lugar tranquilo y sin exigir ni pelear. Lo ideal sería expresar tus sentimientos en lugar de enfocarte en razones, opiniones o expectativas. No se trata de juzgarlo ni de señalar quién tiene la razón, sino de compartir cómo te sientes y el impacto que esta situación está teniendo en ti.

Por ejemplo, podrías plantear la conversación de la siguiente manera:

**”Quiero platicar de algo que es incómodo para ambos, así que, en lugar de entrar en un debate, me gustaría que solo me escuches. No necesitas responder ahora, solo quiero que entiendas cómo me siento.

Me cuesta trabajo expresar mis emociones, pero creo que es importante hablar de esto. Cada vez que tocamos el tema de la boda y el anillo, siento que te estoy pidiendo algo que no quieres hacer. Eso me hace sentir incómoda y hasta me quita la ilusión de quererme casar.

Me siento como si estuviera rogando, y no quiero sentirme así. Esto no tiene que ver solo con el anillo o la boda en sí; lo que realmente me entristece es que tu actitud parece contradecir tus palabras. Aunque dices que sí quieres casarte, siento que no estás completamente comprometido con la idea.

Esta situación es difícil para mí, y me está lastimando porque no sé qué pensar ni hacia dónde vamos. Por eso, quiero pedirte que reflexiones sobre lo que realmente quieres.

Si me amas, sé que no quieres lastimarme. Y si no estás seguro de querer casarte, creo que es mejor que hablemos con sinceridad. No veo sentido en seguir adelante si esto nos está causando dolor a ambos.”**

1. Elige un momento tranquilo

• Asegúrate de que ambos estén relajados y no tengan distracciones inmediatas (como el trabajo, compromisos sociales o el cuidado de niños).

• Evita abordar temas incómodos cuando alguno esté cansado, estresado o emocionalmente alterado.

2. Evita los momentos de tensión previa

• No inicies la conversación justo después de un desacuerdo o en un momento en el que hayan surgido conflictos. Espera a que las emociones se calmen.

3. Busca un espacio privado

• Hablar en un lugar donde puedan estar tranquilos y no sentirse observados o juzgados es clave. Un ambiente cómodo y seguro fomenta la apertura.

4. Asegúrate de tener tiempo suficiente

• No empieces una conversación importante si ambos tienen poco tiempo o están apurados. Esto puede hacer que se sientan presionados y que el tema no se trate con la profundidad que merece.

5. Toma el pulso emocional

• Antes de iniciar la conversación, evalúa el estado emocional de la otra persona. Si notas que está irritada, preocupada o distante, considera esperar a un mejor momento.

6. Habla en un tono propositivo

• Plantea la conversación como una oportunidad para conectar y mejorar la relación, no como una acusación o una queja. Puedes usar frases como:

  • “Quiero platicar contigo de algo que he estado pensando mucho.”

  • “¿Podemos hablar de un tema importante para mí en algún momento que te quede bien?”

7. Haz una pausa si es necesario

• Si la conversación se torna demasiado emocional o tensa, no temas tomar un descanso y retomarla cuando ambos se sientan más calmados y centrados.

8. Sé consciente de tu propio estado emocional

• Antes de hablar, reflexiona sobre cómo te sientes. Si estás demasiado enojado, triste o ansioso, date un momento para calmarte y organizar tus ideas.

9. Evita fechas especiales

• No elijas días significativos (cumpleaños, aniversarios, celebraciones) para abordar temas difíciles, ya que pueden empañar esos momentos importantes.

10. Escoge un tono conciliador desde el principio

• Inicia la conversación con empatía y claridad sobre tus intenciones. Por ejemplo:

  • “Quiero hablar contigo de algo que me importa mucho, y mi intención no es culparte ni generar un problema, sino que podamos entendernos mejor.”