Las Traiciones y abandonos son ingredientes muy amargos

Una relación sana, honesta y fiel es un trabajo que implica mucha dedicación, esfuerzo y compromiso. Al hablar de traiciones y abandonos es importante reconocer que en términos normales o en relaciones sólidas, no ocurren de un día para el otro.

Sin querer uno un día deja de sonreír, otro día deja de platicar las cosas pequeñas que no tienen importancia, y de repente, uno vive en una relación con un extraño al que ya no se le toma en cuenta. Así, es más fácil y más cómodo salir a buscar lo que ya no se tiene dentro, lo que ya se ha perdido por dejarse de nutrir.

La cercanía es lo más difícil de lograr. Hay que nutrir la relación constantemente con el fin de que sea vibrante, profunda y amena. Todas las relaciones tienen la posibilidad de correr peligros; por esta razón, es importante esforzarse para proteger la integridad de la pareja y alimentar la relación diariamente.

Bien se dice que el dolor es real, involuntario y no se busca. El sufrir es una opción, tu elección.

A lo mejor lo primero que debes de hacer para dejar de sufrir esta traición, (No me lo tomes a mal, es terrible, duele y no se la deseo a nadie, pero con sufrir no vas a llegar a nada bueno) es tomar responsabilidad de lo que tu hiciste, reconocer lo que dejaste de hacer y entender que tu pareja no tuvo el valor de enfrentarte ni de arreglar las cosas como debía. A el no lo vas a cambiar, pero tu si puedes entender, mejorar y superar.

Cuando uno toma responsabilidad y deja el papel de víctima, empieza el camino a sanar y a sentase mejor.

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