Mi padre de 81 años, él es una persona muy ansiosa que vive enamorado de su profesión de arquitecto. ÉL ESTÁ perdiendo su memoria, hay días en que no se baña y no cuida mucho su aspecto personal. Él es jubilado y bien podría dejar de TRABAJAR, NO lo hace porque le gusta su trabajo. Tiene que tomar transporte público. Realmente me preocupa y me ESTRESA ESTA situación.

No hay nada más difícil que envejecer y perder las capacidades básicas para poder ser independiente y poder vivir. Lo que uno da por un hecho, acciones simples como el poder comer, caminar, bañarse y trabajar, en un momento dado estas, también se convierten en un reto.

La tercera edad ha sido un tabú del cual no se ha querido hablar mucho. Sin embargo, gracias a las mejores condiciones de vida que tenemos hoy en día, llegar a los 80, 90 y hasta los 100 años ya es algo mas común. Es importante hablar de este tema y recordar tres puntos básicos.

Así como tratas serás tratado. Tu eres el ejemplo para tus hijos, ellos ven como tratas a tu padre y cuando llegue su tiempo ellos harán lo mismo contigo así que mucho cuidado…

Todos vamos por ese camino. La naturaleza de la vida es que uno también se va a envejecer así que hay que aprender de lo que vemos cuando estamos jóvenes y más consientes.

Toda persona tiene derecho a ser tratada con dignidad y con prudencia. No le puedes decir a una persona que ya está grande para hacer lo que le gusta o que deje de trabajar si eso es lo que lo mantiene vivo porque entonces por protegerlo le estas cortando y limitando su vida y su libertad.

El reto entonces que se tiene es precisamente la situación que tu estas pasando con tu padre. ¿Qué se hace con personas que quieren seguir siendo independientes y sin embargo sus capacidades se han comenzado a deteriorar y a desvanecer?

Puedes establecer un plan donde tres veces a la semana tu o tu hermano lo acompañen a su trabajo, o busca algún voluntario o alguna persona que lo cuide y lo pueda acompañar a donde él quiera ir.

Establece rutinas pequeñas y en lugar de estresarte, haz cosas que te ayuden a ayudarlo. Está más presente acércate a él, ayúdalo, comparte tu vida y disfruta que tienes la bendición de tener un padre, que está vivo que está enamorado de su trabajo, que tiene pasión por vivir. Tienes un regalo muy grande, aprovéchalo y agradécelo, con amor, tiempo y atención.

Si ocupas más ayuda tenemos el servicio de coaching personal donde podemos hacer estrategias y planes especiales para que aproveches la bendición de tener a tu padre y además que no te acuse estrés. Solo tienes que pedir una cita telefónica y listo. Sigue este enlace y cuando hagas tu cita nosotros te llamaremos.

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