Cuando cumplí 23 años me fui tres veces de prostitutas, pero fue un fracaso. Yo no sentía nada y fue todo muy frío y frustrante, después de eso nunca volví a estar con nadie en la cama.
Hay una distinción muy grande entre sexo e intimidad.
El sexo es un acto físico, sin trascendencia emocional, supuestamente sin complicaciones. Es casi un acto instintivo, sin ciencia. Para tener buen sexo se necesita pasión ofuscada, estar dispuesto, tener las condiciones físicas necesarias y tener con quien hacerlo. Este acto puede ser tan intenso y divertido, como los participantes lo hagan. Por supuesto que el buen sexo puede depender de las inhibiciones mentales se tengan, de las condiciones donde suceda, es decir el lugar, etc…
El buen sexo no es determínate de para tener una buena relación, ni mucho menos para lograr tener intimidad con la persona que se tiene la relación.
Para lograr una relación íntima, una relación que trasciende y que hace que las personas se una, convirtiéndose en una pareja, sana y feliz. Esto es otra historia. Esta relación necesita que las personas que buscan la intimidad se comprendan, tengan compromiso y responsabilidad. Esta relación no necesita ABSOLUTAMENTE NADA, más que el interés, el cariño y el deseo de crear una relación donde ambos se quieren, se cuidan, se nutren y son importantes uno para el otro.
En la primera relación se puede hablar de pornografía, prostitución y de deseos insaciables ya que realmente no hay nada más que el sexo y/o la calentura del cuerpo por satisfacer un instinto.
En la segunda… hay que querer tener compromiso, lealtad y querer tener algo íntimo que no se compra, ni tiene precio. Cuando tengas la relación adecuada y tu corazón esté dispuesto a entregarse sin buscar solo sexo, vas a descubrir una relación en una dimensión tan profunda que te vas a sorprender.
Nadie te tiene que enseñar como tener una relación íntima, esta se desarrolla y se cultiva con sinceridad, cariño y sobretodo dedicación. Es un lenguaje sincero entre dos personas que se quieren y se entienden.
NO tienes que preocuparte por no disfrutar el sexo. Busca una manera de quererte y reconocer que eres capaz de encontrar una persona que te quiera tal como eres.
Una buena relación puede hacer maravillas.
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