Ser positivo es una elección personal que no depende de lo que sucede, sino de la manera que uno decide actuar ante la vida.
La actitud personal determina la percepción de los sucesos y la forma de actuar de las personas. A pesar de que uno quisiera controlar todo lo que le sucede, esto es imposible, ya que hay muchos factores que cambian y complican los resultados deseados. En realidad somos humanos y el poder que tenemos radica en nosotros mismos, no en los demás o en las cosas externas.
Hay sucesos repentinos e inesperados difíciles de comprender que cambian la vida para siempre, desde el diagnóstico de una enfermedad crónica o terminal, un incendio que consume toda una casa, una tormenta que deslava a una comunidad, un ataque terrorista, hasta un robo o un asalto, una pérdida de trabajo, y por qué no, una pelea familiar, un incidente incomodo, inclusive un cambio en el cuerpo, o el pasar de los años… en realidad las personas somos frágiles y vulnerables.
Es difícil controlar los eventos que suceden, quizá algunos se pueden prevenir, pero en realidad las cosas son lo que son, muchas no tienen una explicación lógica o por lo menos no a simple vista.
Lo que sí es claro es que cuando tiene una actitud positiva frente a las situaciones difíciles, más fácil será encontrar paz y equilibro personal. Sobre todo, se va a poder salir adelante más fácilmente, quizá encontrando otro camino o una solución más prudente.
Las emociones como el enojo, la frustración, el dolor, etc. son sentimientos legítimos que surgen a raíz de una pérdida de cualquier situación inesperada. Evadir este sentir, lo único que logra, es aumentar el dolor, la depresión o la frustración, lo que a su vez, provoca una perdida mayor.
No se puede evitar dolor… aunque uno quisiera, el dolor existe no se puede proteger para dejar de sentirlo, ya que este, llega sin preguntar. Tampoco se debe de cerrar los ojos para evadir lo que sucede y no sentirse incómodo.
Las circunstancias difíciles, son los eventos que marcan el carácter y las que ponen a prueba a la persona. Así, estos momentos se convierten en maestros especiales que enseñan a ver la vida con otros horizontes y fomentan el crecimiento, la renovación y la superación como ser humano.
Los momentos de crisis llegan sin preguntar y cambian la vida, muchas veces para siempre. Ser positivo aun cuando las cosas están negras, es quizá la mejor elección que uno puede hacer.
La receta
Fortalecer el carácter
Ingredientes:
- Aceptación – reconocer que la situación es difícil, no pelear el dolor
- Fe y esperanza – confianza que las cosas van a mejorar
- Perspectiva– recordar que los buenos momentos y ver nuevas oportunidades
- Paciencia – tiempo sanar, fortalecer y ver como se acomodan las cosas
- Gratitud – agradecer que lo que si se tiene, apreciar la abundancia del universo
Afirmación positiva:
Acepto mi dolor y mi tristeza. Tengo fe que todo lo que pasa se va a acomodar y que algo bueno va a salir. La vida es buena y me guarda rencor. Pienso y atraigo armonía, busco el lado positivo de las cosas y dejo fluir todo lo que sucede a mí alrededor. Yo tengo el poder de elegir como actuó. Busco mi paz emocional y sé que mi dolor va a pasar.
Modo de Preparación:
- La actitud es una elección personal. Vivir es una responsabilidad de las personas vivas que no se negocia ni tiene precio. Se debe de elegir vivir, crecer y fortalecerse. Hundirse, deprimirse o dejarse caer solo quita la oportunidad de vivir, Porque cuando llega la muerte, ya no hay nada que hacer.
- Los momentos de crisis obligan a cambiar. Es imposible tener una vida sin dolor, problemas o preocupaciones, por lo tanto es necesario tener la capacidad para poderse adaptar. Los cambios son inevitables y muchas veces necesarios.
- Todo aquel que sobrevive una crisis, se hace una persona más sabia. Las situaciones difíciles y las pruebas de la vida dejan una sensibilidad más profunda, creando confianza y enseñan a tener una perspectiva más amplia. Poder aceptar el dolor y la adversidad con una actitud positiva, ayuda a sobrellevar el sufrimiento y enriquece la vida ordinaria. Convirtiéndose en un ser más tolerante, más sabio y más fuerte
Las lecciones que se aprenden en los momentos difíciles si bien no se disfrutan, jamás se olvidan.
Guille
Excelente artículo!! En verdad nos hace recapacitar y valorarnos como seres humanos..muy cierto es qué no podemos evitarnos el dolor, pero en nosotros mismos está el cómo enfrentarlo para que “nos duela menos”; y sobre todo para que todo lo que nos cause dolor lo consideremos como una lección de vida ..
Felicidades por tan buen artículo……