La confianza es uno de los regalos más valiosos que se tiene para ofrecer. Así que, hay que elegir con mucho cuidado que la persona que se da ese honor.

A pesar de que se tenga buenos amigos, hay que saber diferenciar entre quien es un buen amigo y quien puede ser un confidente. No todos pueden tener la capacidad para escuchar y aconsejar con parcialidad. Es importante saber a quién se puede confiar y expresar como se siente.

Los secretos, así como los sentimientos íntimos y los problemas pertenecen al corazon de la persona que los siente. Hablar de cuestiones intimas es algo más delicado de lo que parece. Cuando uno elige compartirlos con otra persona, requiere de valor para poderse expresar. Es importante, tener a alguien que no solo de confianza, sino que, además, tenga la sensibilidad para entender y se pueda conectar con la situación.

Cuando uno se abre emocionalmente espera que, al compartir y enseñar su fragilidad, pueda recibir comprensión, compasión, ánimo y por qué no, algún buen consejo en el caso que se requiera. Contar cuestiones que provocan vergüenza, culpa, pena y dolor, es un privilegio que no se puede regalar a cualquiera.

La empatía es la magia que sana el alma y da esperanza a cualquier corazon lastimado

Es probable que la conexión que dos personas pueden crear cuando se comunican en un ámbito profundo, pueda ser el mejor medicamento para combatir una depresión, una desilusión y hasta pueda dar herramientas y valor para solucionar gran parte del problema que se esté viviendo.

Sin embargo, CUIDADO, el confiar en la persona equivocada y abrirse con personas que no tienen el recurso emocional que se requiere, puede ocasionar un desastre. Hay que tener mucha precaución con quien se platica, el daño puede ocasionar catástrofes que van más allá de una caída, por ejemplo, se pueden causar rupturas de relaciones matrimoniales, perdidas de trabajos, mal entendidos y sobretodo crear un vacío emocional mucho mayor del que se tenía antes de que uno decidió platicar y expresar sus sentimientos íntimos.

¿A quién NO se le debe de platicar intimidades?

Las personas dramáticas y a las personas que les gusta sentirse víctimas. Porque en lugar de ayudar se van a preocupar más y su actitud la imposibilita entender la situación así que no son de ayuda.

Las personas que sienten lastima. A estas personas les gusta consolar creyendo así que te comprenden y te soban el lomo como si fueras un caso perdido, logrando que te sientas peor.

Las personas que te admiran. Cuando les cuentas tus problemas se van a decepcionar tanto de ti, que en lugar de ayudarte se van a enojar contigo y por lo tanto te van a criticar.

Las personas que no resisten el fracaso, ni en ellas mismas. Personas cerradas, orgullosas y prepotentes que no entienden, ni quieren escuchar cuando las cosas salen mal, porque ellos creen que nunca se equivocan.

Las personas que son competitivas y envidiosas. Estas gentes solo buscan la oportunidad de comprobar con quien sea que ellos son mejor que tú y que todos, no es mucha ayuda esto tampoco.

La receta

Cómo escuchar los problemas de los demás

Ingredientes

• 1 taza de compasión – valor para sentir lo que el otro siente, sin juzgar
• 1 taza de comprensión – entender a otros en su lugar y su circunstancia
• 2 cubitos de sinceridad – honestidad, claridad de ideas y de sentimientos
• 1 manojo de esperanza – motivación, palabras de aliento y cambio de perspectiva
• 2 cucharadas de fiabilidad – capacidad de poder contar en otros

Recomendación del chef

Cuando uno tiene la necesidad de platicar sus problemas o sus intimidades, tiene que encontrar una persona que sepa expresar Empatía, alguien que pueda sentir lo que uno está sintiendo con sinceridad y comprensión.

Los beneficios de la empatía

1. Poder hablar con la persona indicada libera y mejora el estado de ánimo. Cuando uno encuentra alguien con quien se puede desahogar, puede liberar la carga emocional que le quita energía positiva para poder superar su pena.
2. La conexión que se logra cuando uno se puede abrir emocionalmente, fortalece la confianza y crea lazos de amistades duraderas. La energía y la seguridad que se crea cuando uno se siente entendido sin ser juzgado, hace una diferencia excepcional que fortalece al alma y mejora la calidad de las relaciones personales.
3. Entre mayor aceptación y compasión personal se tenga, mayor aceptación y comprensión se tendrá por los demás. Uno solo puede dar lo que conoce, lo que entiende y lo que sabe cómo se siente, entre mas refinados sean los sentimientos de uno, más acertados y sinceros serán los consejos que se podrán dar.