No te involucres en conflictos ajenos reconoce que no todo lo que sucede es algo que tú tienes que resolver
¿Cuántos inconvenientes se pudieran evitar si se pudiera tener la sabiduría para poder distinguir entre un problema propio y una dificultad ajena?
Existe la falsa creencia que todo lo que sucede alrededor de uno, especialmente cuando se trata de problemas de familia, amigos o cuestiones de trabajo y tiene que ver con uno. Que gran mentira. Lo malo de esta concepción es que como uno se toma muy personal todo lo que escucha o le comentan, entonces convierte en un problema propio lo que en realidad no lo es. Por consiguiente, uno se involucra, sufre o se disgusta innecesariamente y además toma la responsabilidad por algo que no tiene.
Actuar con prudencia, sensatez y perspectiva siempre abre la posibilidad de ayudar a solucionar cuestiones y manejarlas adecuadamente. Sobre todo cuando se puede poner entre paréntesis la cuestión de la carga emocional. Misma que altera la visión.
Poder tener la destreza o virtud de poder reconocer y diferenciar los problemas dentro de las relaciones personales es la clave para dejar de sufrir. Claro que duele ver como los seres queridos, significativos o que tiene que ver como tienen dificultades. Sin embargo el involucrarse y cargar con los problemas de otros, entorpece el proceso de resolución de la situación particular también, contamina la relación.
La diferencia para distinguir entre un problema que puedes solucionar y uno que tienes que respetar, se encentra en el poder entender sin juzgar tomando responsabilidad solo lo que uno puede controlar.
Ten cuidado, no compres problemas gratis, estos abundan y no te sirven de nada. Tan fácil como decir: Por más que se escuche doloroso… éste no es mi problema, deja que lo solucione su dueño. Podrás sentir empatía, tener la posibilidad de escuchar y apoyar, pero nunca de solucionar o hacerte responsable por lo que no es tuyo.
Kira una joven inteligente y preparada chica, sufre amargamente porque sus padres están al borde del divorcio, se pelean todo el día y la llaman a mortificarla, a desahogarse y por supuesto a pedir que los apoye y que tome partido en la pelea. Cada vez que esto sucede, ella descuida sus estudios y come todo lo que ve, para desahogar su angustia, Kira insiste que los problemas de sus padres son de ella. Ya que a ella le afectan y son su familia.
Es cierto, a ella le duele y puede ser que le afecten indirectamente, pero el problema no es de ella. Ella quiere ser juez y parte, se enoja con su mamá porque insiste que no actúa debidamente, cunado discute con su papa, su joven edad y su percepción no es objetiva y desconoce la intimidad de la relación de pareja.
Como hija por supuesto que duele ver como los padres se maltratan, ofenden y se pelean, pero esa relación es entre ellos y debería de permanecer privada.
Concéntrate en tus problemas
La receta
Ingredientes:
- 1 taza de perspectiva – reconocer el problema, entendiendo la visión general y la posición de cada quien.
- 1 cucharada de respeto – limites personales.
- 1 manojo de ojo noble – percepción positiva y búsqueda de caminos para solucionar problemas.
- 2 racimos de valor – fortaleza para no involucrase o juzgar a los demás
- 1 sobre de responsabilidad – obligaciones propias
Recomendación del chef
Antes de te involucrarte, escucha sin juzgar, habla si criticar y entiende sin sufrir.
Como reconocer cuando no son tus problemas:
- No todo lo que sucede es un problema personal. Si el problema no depende de tu acción, no lo puedes controlar o cambiar, no es un problema que puedes solucionar, deja fluir las cosas. Si puedes dar una opinión para facilitar la solución hazlo… pero recuerda, todo se termina resolviendo a su debido tiempo.
- Tú eres responsable solo de tus acciones y de las palabras que dices. Muchos mal entendidos y complicaciones en las relaciones se diluyen cuando en lugar de culpar uno toma responsabilidad de lo que hace y dice. Entendiendo de antemano que uno no es responsable por acciones de los demás.
- Quitarse a tentación y la sensación que uno debe de controlar todo lo que sucede, libera y evita incrementar los problemas. Poner un límite sano, no opinar ni meterse arreglar lo que no le corresponde, a pesar de tener buenas ideas e intenciones, permite solucionar más rápido el conflicto de los demás.
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josefina cango
Me da mucha satisfacción leer y poner en practica estas recetas. Mil gracias a la autora de estas delicias. Aotte Dra Josefina Cango Yangana loja ecuador