No sé cómo hacer para que mi abuela no me ayude con mis hijos porque ella ya está más grande y no tiene paciencia, se cansa fácil y además es una alcahueta… siento que mis hijos se “chiquean” mucho y en lugar de ayudarme me echa a perder la disciplina que necesito. Pero por el otro lado se me hace mala onda no involucrarme y hacerla a un lado, después de todo siempre me ha ayudado mucho. Me encantaría que me ayude pero creo que su ayuda es tóxica y no siento que sea una influencia positiva en la educación de mis hijos.
Becky responde
Entiendo tus preocupaciones y tu deseo de criar a tus hijos de la manera que consideras mejor para ellos. La relación con los abuelos puede ser gratificante pero también puede presentar desafíos en términos de crianza y disciplina.
Es valioso reconocer la importancia de la contribución que tu abuela ha tenido en tu vida y en la de tus hijos. Tener una abuela que tenga el deseo de participar en tu vida y en la de tus hijos es lo más valioso y hermoso que hay. Recuerda que ese es un privilegio que debes de reconocer.
Sin embargo, también es fundamental establecer límites saludables y comunicarte de manera efectiva para mantener una crianza coherente.
Estas son unas sugerencias que podrían ayudarte a manejar esta situación:
Comunicación Abierta: Habla con tu abuela desde el corazón y exprésale tus pensamientos y sentimientos de manera respetuosa. Explícale tus inquietudes y la importancia de establecer ciertas pautas de crianza para tus hijos. Abordar el tema con empatía puede ayudar a que entienda tus motivaciones.
Agradece a tu abuela por su apoyo y cuidado a lo largo de los años. Reconoce su amor y compromiso hacia la familia. Esto puede suavizar el diálogo y demostrar que valoras su contribución.
Comunica claramente cuáles son las áreas en las que deseas tomar la responsabilidad de la educación de tus hijos. Explícale cómo ciertos enfoques o prácticas son importantes para ti y para el bienestar de los niños.
En lugar de excluir a tu abuela por completo, considera formas de integrar su apoyo de una manera que sea beneficioso para todos. Por ejemplo, podría participar en actividades que no interfieran con la disciplina que estás implementando.
Al establecer un ejemplo de comunicación efectiva y respetuosa, estás enseñando a tus hijos cómo resolver conflictos y expresar sus pensamientos de manera saludable.
Si encuentras que su influencia no es positiva para la educación de tus hijos, busca otras fuentes de apoyo, como grupos de crianza, libros de crianza positiva o incluso consultar a un profesional en el campo de la educación infantil.
Recuerda que cada familia es única y lo más importante es encontrar un equilibrio que funcione para ti, tu abuela y, sobre todo, para el bienestar de tus hijos. La crianza es un viaje lleno de aprendizaje, y tus esfuerzos por educar a tus hijos de manera positiva y coherente son realmente inspiradores.
Carta para comunicar tus sentimientos y necesidades sin lastimar a tu abuela:
“Querida abuela,
Antes que nada, quiero agradecerte por toda la ayuda y el amor que nos has brindado a lo largo de los años. Tu apoyo ha sido invaluable y siempre lo valoro.
Hoy quiero compartir contigo algunos pensamientos que han estado en mi mente. Como madre, estoy buscando establecer una crianza coherente y positiva para mis hijos. Sé que siempre has estado ahí para nosotros, y eso significa mucho para mí. Sin embargo, me gustaría explorar cómo podemos trabajar juntas de una manera que respete las pautas que estoy estableciendo para la educación de los niños.
Entiendo que los tiempos han cambiado y que cada generación tiene su propia perspectiva sobre la crianza. Quiero asegurarme de que todos estemos en la misma página y que podamos colaborar para el bienestar de los niños. Si bien quiero mantener el respeto por tus consejos y experiencias, también quiero asegurarme de que mi enfoque en la crianza se refleje en las decisiones que tomamos juntas.
Me encantaría escuchar tus pensamientos y encontrar formas en las que podamos seguir trabajando juntas, pero quizás ajustando algunas dinámicas para el beneficio de todos. Nuestra relación y el amor que compartimos son extremadamente importantes para mí, y espero que podamos encontrar una solución que sea respetuosa y mutuamente satisfactoria.
Gracias por escucharme y por considerar mis pensamientos. Valoramos mucho tu presencia en la vida de nuestros hijos y espero que podamos avanzar juntas de una manera que refleje lo que es mejor para todos nosotros.
Con cariño y gratitud,
[Tu nombre]”
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