A pesar de que no tengo una buena relación con la familia de mi papá, creo que somos personas educadas; cumplimos en tanto podemos sin llegar a ser muy cercanos o comprometernos de más. Yo vivo en paz con esta relación ya que lo que no se da, no se da y esta bien. Hace poco mi tío organizó una fiesta para su hija y ninguno de mis hermanas incluyéndome pudimos asistir a su celebración. Después de múltiples textos algo intrusivos y agresivos los cuales insistían que todos que debemos acompañarlo a su fiesta, dado a que todos trabajamos y vivimos fuera del país fue imposible asistir. Cuando se dio cuenta que no íbamos a acompañarle, entonces nos “invitó” con tono impositivo a hablarle a su hija y felicitarla. “Osea sus hijos no nos hablan, ni nos han felicitado nunca” él asiste a medias a nuestras fiestas y desde luego cuando no puede ni quien lo haga sentir mal. No entiendo por qué cree que él tiene derecho a pedir o más bien a exigir que nosotros nos comportemos como ni él ni su esposa lo hacen. ¿Qué me recomiendas hacer? ¿Le digo algo o lo ignoro?
Becky responde
Las relaciones familiares siempre son un tema complicado. Es difícil tratar con gente que no tiene límites y cree que tiene el derecho de entrometerse y educar a hijos ajenos. Sobre todo y pero aun cuando ni siquiera se tiene una relación sana y cercana.
El tío que mencionas puede ser que tiene buenas intenciones y quisiera que su hija se sienta querida por toda la familia aun por los primos que no conoce ni tiene relación con ellos. Pero… no es ni prudente ni lógico que el pida algo que número uno él o sus hijos no hacen y número dos, las fiestas son invitaciones no imposiciones. Uno va si puede y si tiene la posibilidad de acompañar en la celebración. Si no puede pues no pasa nada y nadie se tiene por ofender o pedir comportamientos especiales.
Mi recomendación sería ignorarlo, ya que él no está listo para entender de razones y aunque tenga explicaciones lógicas creo que no las va a escuchar.
Hay ocasiones que es mejor dejar pasar el mal rato y reconocer que hay gente un poco egoísta que cree que el merece ser tratado como realiza aunque sea otro ser común y corriente como todos los demás.
“Manejando la Familia Política: Consejos Sabios para Navegar Relaciones Complicadas”
- Establecer límites claros: Definir límites saludables y expresarlos con amabilidad y firmeza, protegiendo el bienestar propio y el de la familia.
- Practicar la empatía: Tratar de comprender los puntos de vista de los demás miembros de la familia política, fomentando una comunicación respetuosa y abierta.
- Mantener una actitud de respeto: Aunque las diferencias puedan surgir, es importante tratar a los miembros de la familia política con cortesía y respeto, evitando caer en provocaciones o conflictos innecesarios.
- Establecer conversaciones asertivas: Comunicar de manera clara y respetuosa los propios sentimientos y necesidades, evitando confrontaciones o críticas negativas.
- Buscar puntos en común: Identificar intereses compartidos y buscar oportunidades para construir lazos positivos y relaciones más sólidas dentro de la familia política.
- Mantener el equilibrio: Priorizar el bienestar propio y el de la familia nuclear, estableciendo límites en las demandas o expectativas excesivas de la familia política.
- Practicar el autocuidado: Enfocarse en actividades que promuevan el bienestar emocional y físico, como el ejercicio, la meditación o el tiempo de calidad con la pareja y los hijos.
Recuerda que cada familia es única y los consejos pueden adaptarse según las circunstancias específicas. El objetivo principal es establecer relaciones saludables y armoniosas dentro de la familia política, manteniendo el bienestar propio y el de la familia nuclear como prioridad.
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