La perspectiva es la llave para vivir en paz con lo que tienes y poder aceptar lo que no se puede cambiar.
Conozco poca gente que es feliz con su vida tal cual es. La mayoría de las personas tienen algo o alguien que si pudieran… seguro lo hubiesen cambiado.
La naturaleza humana busca tener lo que no tiene, ser mejor y aspirar más. Es importante tratar de ser mejor y buscar nuevas oportunidades. Pero ¿que pasa cuando se hace todo lo que uno cree que debe de hacer y las cosas no cambian? ¿Qué tal si hay cosas que no son negociables? Uno se siente miserable y con pocas esperanzas.
Las carencias y el dolor nublan la visión y perturban los diversos aspectos de la realidad. Por lo cual, el sentimiento de infelicidad e impotencia se apoderan del alma y el desánimo impide disfrutar lo bueno que se tiene.
La vida perfecta no existe y si así fuera, sería una existencia aburrida e insípida, con pocas posibilidades de superación. Los problemas, injusticias y frustraciones son parte de la riqueza de la supervivencia, aunque no parezca. Estos incidentes marcan la necesidad de salir de la zona de confort y encontrar nuevos caminos y formas de actuar.
Son tantas las cosas que pasan que no se pueden cambiar. Muchas parecen o son verdaderas injusticias además de que causan dolor y frustración. Abundan las personas groseras, complicadas, prepotentes, trabajos no reconocidos y mal pagados. Oportunidades incorrectamente distribuidas, enfermedades crónicas o terminales, muertes injustificadas, relaciones obligadas y amargas, problemas heredados, etc.
Es un hecho que no todo se puede cambiar. Las cosas son como son y lo único que se puede hacer es aceptarlas y encontrar una nueva perspectiva. Muchos dirían que el aceptar la realidad sin pelearla constituye el pase directo a la mediocridad, pero en realidad es todo lo contrario.
Cuando aceptas lo que es, así es … permites que la realidad te muestre sus otros puntos que se dejaron de ver por enfocarse solo en las carencias y pérdidas. Al ajustar la visión del lente, se puede soltar el enojo y la carga que crea la pelea contra la realidad.
Permitiéndose así encontrar una razón valiosa que facilite abrazar el dolor y fortalezca otras áreas que no se habían tomado en cuenta. No se trata de hablar que tan justo o injusto es la cuestión. Se trata de abrir el panorama, incluir e integrar lo que el dolor y la rudeza ocultan.
Dicen que, si lloras porque no puedes ver el sol, las lágrimas te van a impedir ver las estrellas. Encontrar lo bueno que se tiene, inhibe a la infelicidad y promueve la posibilidad de hacer las paces con lo que se tiene, aceptar lo que no se puede cambiar y luchar por lo que se puede mejorar.
La receta
Para ser feliz con lo que se tiene
Ingredientes
- Perspectiva – ubicar la proporción realista a las condiciones que existen
- Flexibilidad– dejar fluir, aprender a ver nuevos puntos de vista
- Humildad –soltar la necesidad de controlar todo lo que sucede
- Buen Humor – encontrar la parte graciosa, simple y no tan seria de la vida
- Determinación – compromiso personal para vivir en plenitud y luchar para lograrla
Afirmación positiva para cambiar la perspectiva
Puedo encontrar las cosas positivas en situaciones complicadas y difíciles. Acepto que hay momentos donde no estoy de acuerdo con lo que veo y escucho. Ajusto mi percepción y busco nuevas alternativas. Las condiciones pueden no cambiar, pero mi actitud y mi relación ante la situación seguro que la puedo mejorar. Soy feliz por tener la oportunidad de ser lo que yo soy, hacer lo que puedo y decir lo que siento. Mis pensamientos me ayudan a ver la vida con esperanza y optimismo.
Ajustando tu realidad y cambiando la perspectiva:
- La actitud es la llave para ser feliz y soltar el enojo y la frustración. Sobrevivir y destacar pertenece a las personas que tienen una visión positiva, innóvate con iniciativa, que no les da miedo el cambio. Personas que buscan lo bueno aun cuando esto sea escaso.
- Reconocer y aceptar lo que se tiene, empodera la posibilidad de encontrar nuevas razones para valorar lo que se tiene. Cuando reconoces quién eres, que tienes y donde te encuentras, entonces puedes controlar tus reacciones naturales que surgen ante situaciones o personas que te molestan.
- Aceptación es una maestra silenciosa. La realidad no se impone, ni exige. Está allí, a pesar de que a uno no le guste o le estorbe. Cuando se deja de luchar en contra de lo que a uno no le parece… aprende a valorar lo que tiene, dejando de sufrir por lo que carece.
Cuando cambias tu perspectiva, cambias tu energía, y todo cambia a tu alrededor.
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