Estuve tomando un curso en línea importante para superarme en el trabajo, sin embargo, el tiempo pasaba y yo encontraba muy difícil poder continuar con las lecciones. Entre que se me hacían difíciles algunos conceptos y el profesor no me tuvo paciencia cada vez que le trataba de preguntar algo, deje pasar el tiempo. Sentía el curso pesado, complicado, e interminable. Lo sentí como una carga y a pesar de que lo quería terminar, simplemente no encontré nunca la motivación necesaria para estudiar y terminar. Hoy recibí una notificación que me dieron de baja y aunque sentir un Alivio en realidad me dolió y estoy muy decepcionada de mi ahora no solo no terminé el curso, sino que también invertí un dinero que ya no voy a poder recuperar.

Becky responde

Hay tareas que se tiene que terminar no por el título o el certificado que uno va a recibir, sino por la satisfacción personal que uno logrará al finalizar lo que se inicia.

La gratificación que uno logra a raíz de terminar lo que inicia tiene mayores repercusiones de lo que uno se pudiera imaginar. No solo es liberador, gratificante y satisfactorio sentirse responsable, también es muy sano ver cada logro como un escalón más que ayuda a progresar, así como ayuda a formar carácter, resiliencia y mejorar la autoestima.

Terminar lo que se inicia es un símbolo de compromiso personal que alimenta al alma y mejora el sentimiento personal.

El éxito de la vida no se mide por el dinero o por la fama, el verdadero éxito tiene sus inicios en el esfuerzo que uno hace por lograr cada uno de los propósitos que se propone.

Uno de los mitos más comunes que se tiene es que uno termina los propósitos cuando se tiene motivación o cuando las situaciones están mejor orientadas para que las cosas se den con facilidad, de lo contrario se cree que es un reto casi imposible de lograr.

La motivación es un arte que se debe cultivar y es muy difícil buscarla fuera de uno.
La motivación es un motor interno que ayuda a impulsar las acciones personales, cuando no se siente que se ha esfumado, no hay que esperar a que llegue una iluminación divina para volverla a obtener. En esos momentos uno tiene que recurrir a la disciplina interna para proseguir aun cuando no se siente que puede continuar.

Recursos para encontrar la motivación cuando uno siente que la ha perdido.

· Utilizar técnicas de visualización.

Ver como se vería uno al terminar lo que busca, imaginando un mejor trabajo o tratando de sentir la satisfacción del logro obtenido.

· Evitar los pensamientos negativos.

El diálogo interno es el factor más importante para progresar. Los pensamientos van a influir decisivamente en la forma de afrontar cada paso que se hace Tener una visión positiva permite avanzar hacia las metas que se han propuesto. Si, por el contrario, una persona negativa que todo le parece imposible, cansado y tedioso no podrá nunca terminar nada de lo que se propone y además siempre se sentirá defraudado.

· Ser resiliente.

La regla de oro es la siguiente: puedes fallar un día, pero no dos días consecutivos. Se vale fallar, desmotivarse y querer soltar la toalla un día, siempre y cuando se esté consciente de que uno se tiene que levantar al otro día e iniciar por el compromiso que se tiene.

· Competir solo contra uno mismo.
La comparación en general es algo desmotivarse ya que siempre hay alguien que progresa más rápido, entiende mejor las cosas o es más amigable. Uno tiene que saber que la meta y el trofeo que uno busca tiene que ser uno mismo.

· Ser constante.
Hay dos momentos en los cuales uno tiene que continuar lo que se propone, cuando uno tiene motivación y ganas y cuando no las tiene. Es decir, cuando uno ya sabe que inicio un propósito la cuestión ya no es si le gusta, si puede y se es algo que quiere continuar. Aquí la una cuestión en juego será cómo y cuándo uno termina lo que se propuso. No es pasión, ni gusto o ganas, es compromiso, determinación y ganas de triunfar en lo que se propone.

· Celebrar las victorias.
Hay que tomar conciencia de los progresos que se tiene y que sean a corto plazo. Percibir los esfuerzos y reconocer sus frutos. Una estrategia importante para que sea más probable seguir adelante. Es bueno desfragmentar el trabajo en distintas mini-metas que supongan un aliciente para seguir batallando.

· Hacer una lista con razones para seguir motivado

Conocer los motivos que empujan a seguir esforzándose cada día, es el antídoto perfecto para desmantelar las excusas, la pereza y los secuestros mentales.

Para evitar la decepción o el menosprecio personal uno debe salir del autosabotaje y terminar lo que se inicia con el mismo compromiso que se ha empezado.