A pesar de que tengo solo dos años casada, tengo una relación de más de 5 años con mi esposo. Su ex mujer murió desafortunadamente de una enfermedad extraña y por mucho tiempo estuvo soltero. Tardo tiempo en pedirme matrimonio porque sus hijos se opusieron a que él rehiciera su vida. Pero finalmente se dio cuenta que sus hijos tendrían la oportunidad de hacer su vida y que él era realmente feliz conmigo. Desde que nos casamos su hija mediana ha sido una pesadilla. No quiere convivir conmigo y no me dirije la palabra. Si está en el coche con su papá y conmigo se dirige a él como si yo no existiera. Estoy muy dolida y molesta ya que me porto bien y trato de ser comedida pero ella es una muchacha difícil y muy grosera no se que hacer. Estoy triste.
Respuesta
Siento mucho que estés pasando por esta situación tan difícil. Es comprensible que te sientas dolida y triste, especialmente cuando has intentado ser amable y comedida con la hija de tu esposo. Las dinámicas familiares tras una pérdida pueden ser extremadamente complicadas y, en ocasiones, la resistencia de los hijos a aceptar a una nueva pareja en la vida de su padre es una reacción común.
La hija de tu esposo podría estar lidiando con sus propios sentimientos de pérdida y lealtad hacia su madre fallecida. Es posible que ella vea tu presencia como una amenaza o como una forma de reemplazo de su madre, lo que puede generar una gran cantidad de emociones negativas que ella no sabe cómo manejar adecuadamente.
En este tipo de situaciones, es fundamental mantener una comunicación abierta y sincera con tu esposo. Explícale cómo te sientes y la forma en que el comportamiento de su hija te afecta. Háblale de tus sentimientos, y hazle ver que, aunque puedes respetar los sentimientos de su hija, eso no le da derecho a ser irrespetuosa. A pesar de que ella no quiera aceptarte, tampoco tiene el derecho de ser grosera. Juntos pueden buscar la manera de abordar este problema, posiblemente con la ayuda de un terapeuta familiar que pueda facilitar el diálogo y ayudar a todos a entender mejor sus emociones y perspectivas.
Es importante recordar que el cambio lleva tiempo. La paciencia y la comprensión son claves en este proceso. Intenta mantener una actitud compasiva y firme al mismo tiempo, estableciendo límites claros sobre el respeto mutuo en el hogar.
Por último, asegúrate de cuidar tu propio bienestar emocional. Busca apoyo en amigos, familiares o profesionales de la salud mental que puedan ofrecerte un espacio seguro para expresar tus sentimientos y ayudarte a encontrar estrategias para manejar esta situación tan desafiante.
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