No hay palabras suficientes, ni oportunas que se le pueda decir a una persona cuando ha perdido a su compañera de vida. El sentimiento de dolor, soledad y abandono es muy grande. ¿Que puedes y debes hacer? Debes de aprender a vivir con ese dolor. Debes de buscar los recuerdos que te den fuerza para no hundirte en tu pena. Recuerda que es muy importante que puedas seguir viviendo en paz y reconozcas que todos tenemos un tiempo y que la vida sigue.
Personalmente he encontrado una manera de seguir conectada con las personas que se han ido de mi vida. Ya sea las siento cerca de mi cuando las necesito, busco mariposas, piedras chiquitas y bonitas en el camino o hasta flores con colores muy vibrantes. Tambien las recuerdo con amor y hago cosas en su memoria sintiendo que estoy haciendo algo por ellas.
Tu actitud influye directamente en la manera como vives y como sientes tu perdida. Recuerda que un carácter positivo y bondadoso invita a vivir el dolor con paz e integridad. Una actitud negativa y prepotente dejan odio, malestar, enojo y mucha desesperación.
Cada uno vive el dolo a su manera. Algunas personas requieren recluirse en sí mismas, otras ocupan ocuparse, sentir control y movimiento, distintas se acercan a la fe y a la meditación, el caso es que tu debes de buscar la mejor manera que puedas para vivir con tu dolor y aprendas a sonreír y encontrar nuevas razones para vivir y sentirte acompañado.
Buscar consuelo y compasión no ayuda a salir de este momento tan triste. El compartir el malestar con otros suaviza el dolor, pero nunca lo puede llegar a quitar. Ni el paso del tiempo, ni la incomodidad, ni los gestos bien intencionados de los demás pueden remover la memoria o eliminar el dolor. Hay procesos que se tienen que vivir a pesar de su incomodidad, tener fe y esperanza puede ayudar.
Te recomiendo te esfuerces en salir a la calle, hacer ejercicio, leer, buscar viejas amistades, viajar, etc. Si tienes hijos o nietos busca su compañía. No te quedes solo mucho tiempo, ni te encierres en tu soledad. Aprende a vivir a pesar de la perdida y busca nuevas razones para vivir.
Te mando un fuerte abrazo y espero que la vida te regale nuevas razones para sentir alergia y felicidad.
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