Tenemos problemas muy severos con mi matrimonio. Mi esposo es un enojo explota por todo y me echa la culpa de todo dice que yo lo provoco y que le hago la vida muy difícil. La verdad lo único que le pido es que platique conmigo cuando regrese de trabajar. Que cene en la mesa y deje su teléfono. Que me haga caso y me haga sentir querida… El problema es que dice que él está cansado, que no tiene ganas de platicar cuando regresa a la casa y que siente que yo lo enfado mucho.

Becky responde

El matrimonio, en su esencia, es una relación hermosa, pero su salud y éxito requieren esfuerzo constante y, sobre todo, la habilidad de comunicarse de manera efectiva.

Es comprensible que desees estar presente en la vida de tu esposo y compartir conversaciones amenas. Sin embargo, es importante reflexionar sobre cómo tu tono o la forma en que solicitas su atención pueden percibirse. A veces, sin intenciones negativas, ciertas expresiones pueden interpretarse como demandas o imposiciones, generando una sensación de agobio en tu esposo.

No obstante, es crucial diferenciar esta dinámica de comportamientos extremos como explotar, gritar o ignorar. Estas reacciones no son justificables y no pueden atribuirse únicamente a las acciones de otra persona. Cada individuo tiene la responsabilidad de elegir cómo reaccionar ante situaciones cotidianas.

Echar la culpa a otros en lugar de asumir la responsabilidad es una estrategia evasiva y poco constructiva. Es esencial que ambos se involucren en un proceso de reflexión y crecimiento personal para construir una relación más saludable.

Sería beneficioso considerar la posibilidad de entablar una conversación mediada por una persona neutral. Un profesional, como un terapeuta o consejero matrimonial, puede proporcionar un espacio seguro para explorar las dinámicas de la relación, establecer límites saludables y fomentar un mayor entendimiento mutuo. El objetivo sería aprender a respetarse mutuamente y encontrar maneras efectivas de comunicarse, fortaleciendo así los cimientos de su matrimonio.