Tengo 25 años, me recibí hace un año y por razones económicas regresé a mi casa a vivir. Desde que regresé me critican, me exigen que limpie, que saque a los perros, que ordene mi cuarto, me quieren hasta controlar cómo debo de pagar mis cuentas y cuanto tengo que trabajar. Tristemente nada de lo que hago está bien, si hay problemas siempre son mi culpa y siento que además de que me agreden cada vez que pueden yo nunca tengo la razón.

Becky responde

El hogar siempre debería ser un santuario y un oasis de paz y armonía. En un mundo cada vez más hostil y complicado, es fundamental contar con un refugio donde la aceptación incondicional y el amor sean los pilares fundamentales.

Lamentablemente, vivir en un entorno donde abundan los problemas en lugar de la armonía puede afectar seriamente la paz y la salud mental de todos los que comparten el hogar. Por tanto, es crucial reconocer la importancia de sanar las relaciones, restablecer la paz y la confianza, y buscar vivir en un ambiente cordial.

Es esencial establecer límites claros para mantener la armonía en el hogar y comprender las necesidades y condiciones de cada persona que reside allí, incluyendo el respeto y la jerarquía de aquellos que son los dueños de la casa, en este caso, tus padres.

Debes acatar las reglas y peticiones de tus padres, ya que son quienes mantienen la casa. Si sientes que las reglas son difíciles de cumplir o no estás de acuerdo con ellas, lo más recomendable sería buscar un lugar donde puedas vivir en paz.

Además, es importante reconocer que los problemas familiares tienen raíces en conflictos no resueltos, emociones reprimidas y resentimientos acumulados, lo cual agrava la situación en el hogar. Te recomiendo tener una conversación sincera y abierta con tus padres, y si es posible, buscar ayuda profesional para entender y abordar estos patrones de comportamiento que están afectando la paz familiar.

Te ofrezco una lista de acciones a considerar para mejorar su relación con tus padres:

1. Comunicación abierta y sincera: Iniciar pláticas honestas y abiertas con tus padres para expresar sus sentimientos, preocupaciones y deseos de mejorar la relación.
2. Escucha activa: Prestar atención a lo que tus padres tienen que decir sin interrumpir y demostrar empatía hacia sus puntos de vista y preocupaciones.
3. Respeto mutuo: Mostrar respeto hacia tus padres en sus palabras y acciones, reconociendo su autoridad y valorando sus opiniones y decisiones.
4. Establecer límites claros: Definir límites saludables en la relación para garantizar el respeto mutuo y la armonía en el hogar.
5. Buscar compromisos: Estar dispuesta a ceder en ciertos aspectos y buscar compromisos que satisfagan las necesidades de ambas partes.
6. Buscar actividades compartidas: Participar en actividades familiares o intereses comunes para fortalecer los lazos afectivos y crear momentos de conexión.
7. Expresar gratitud: Reconocer y agradecer a sus padres por todo lo que hacen y han hecho por ti, demostrando aprecio por su esfuerzo y dedicación.
8. Buscar ayuda profesional: Si la situación lo requiere, considerar la posibilidad de buscar la orientación de un terapeuta familiar o mediador para mejorar la comunicación y resolver conflictos de manera constructiva.
9. Practicar el perdón: Estar dispuesta a perdonar y dejar atrás resentimientos pasados para poder avanzar hacia una relación más saludable y positiva.
10. Cultivar el amor y la comprensión: Mantener una actitud de amor, comprensión y paciencia hacia tus padres, reconociendo que todos son seres humanos con virtudes y defectos, y que el amor y el entendimiento son clave para una relación familiar sólida y enriquecedora.