Cuando discuto con cualquiera de mis amigas lo hago generalmente por texto, creo que es más fácil así no escuchó sus gritos y puedo decir lo que yo quiero y solo leo lo que ellos me contestan. Puedo terminar la llamada cuando yo quiera y tardarme en contestar tanto tiempo como quiera. La verdad no se por que se molestan tanto conmigo cuando discutimos así.

Respuesta

Los textos son medios de comunicación muy efectivos para dar direcciones, horarios y recordatorios, e incluso para enviar pequeños mensajes. Sin embargo, utilizarlos para discutir, expresar sentimientos íntimos o abordar temas complicados puede ser peligroso, ya que no siempre sabemos cómo la otra persona recibirá el mensaje.

Los tonos pueden malinterpretarse fácilmente, y las palabras pueden parecer más agresivas o directas de lo que se pretendía. Por esta razón, los textos no son ideales para resolver problemas.

Hay que recordar que, en caso de malentendidos, el tono de voz y las expresiones faciales pueden ayudar a que las personas se comprendan mejor. En contraste, los textos pueden facilitar que las personas sean más crueles, directas y menos compasivas, ya que no tienen que enfrentarse cara a cara.

Las relaciones humanas son necesarias y frágiles, y deben cuidarse. Como regla general, si ya has enviado más de tres largos textos, es probable que estés iniciando una guerra que no tendrá un buen final, por lo que es mejor detener esa comunicación.

Cuando te sientes muy enojado, no es sano discutir, ya que probablemente dirás cosas impulsivamente de las que te arrepentirás. Usar textos como medio de ataque es especialmente peligroso, ya que las palabras escritas quedan como testimonio del dolor causado, y será difícil olvidarlas. Además, pueden ser utilizadas posteriormente como referencia para futuros ataques o como recordatorio de un resentimiento mayor.

Aquí tienes algunas opciones para manejar los conflictos de manera efectiva:

1. Comunicación Cara a Cara:

   • Habla directamente con la persona involucrada, utilizando un tono calmado y respetuoso.

   • Mantén el contacto visual y usa el lenguaje corporal para mostrar empatía y comprensión.

2. Escucha Activa:

   • Escucha atentamente a la otra persona sin interrumpir.

   • Parafrasea lo que han dicho para asegurarte de que comprendes su punto de vista.

3. Mantén la Calma:

   • Controla tus emociones antes de responder.

   • Tómate un momento para respirar profundamente si te sientes abrumado o enojado.

4. Evita la Culpa:

   • Enfócate en los hechos y en cómo te sientes en lugar de culpar a la otra persona.

   • Usa declaraciones en primera persona, como “Me siento” o “Creo que”.

5. Busca Soluciones Comunes:

   • Trabaja junto con la otra persona para encontrar una solución que beneficie a ambos.

   • Considera compromisos y sé flexible en tu enfoque.

6. Establece Límites:

   • Si el conflicto se intensifica, establece límites claros sobre lo que es aceptable.

   • Acordar un tiempo de enfriamiento puede ser útil para evitar discusiones acaloradas.

7. Practica la Empatía:

   • Trata de ver la situación desde la perspectiva de la otra persona.

   • Reconoce sus sentimientos y valida sus emociones.

8. Toma un Descanso:

   • Si el conflicto se vuelve demasiado intenso, sugiere tomar un descanso y continuar la conversación más tarde.

   • Usa el tiempo para reflexionar sobre la situación y calmarte.

9. Busca Ayuda de un Mediador:

   • Si no puedes resolver el conflicto por tu cuenta, considera buscar la ayuda de un mediador o un tercero neutral.

   • Un mediador puede facilitar la comunicación y ayudar a encontrar una solución.

10. Fomenta el Respeto Mutuo:

    • Mantén siempre un tono respetuoso y evita insultos o comentarios despectivos.

    • Reconoce las fortalezas de la otra persona y muestra aprecio por sus esfuerzos para resolver el conflicto.

Implementar estas estrategias puede ayudarte a manejar los conflictos de manera más efectiva y constructiva, mejorando así tus relaciones interpersonales.