La paradoja; aceptar a los desconocidos incondicionalmente y juzgar, sin respetar a los queridos.
Es curioso como hay muchas personas que pueden ser tolerantes con sus amistades, educados con los colegas, corteses con la gente conocida, pero con sus familiares… ni se diga. No hay tolerancia, no tienen respeto y mucho menos tienen paciencia, o compasión. De hecho, hasta cruel o déspotas pueden llegar a ser.
Hijos que no les hablan a sus padres, hermanos que se ignoran y se pelean etc., padres que niegan a sus hijos, esposos que se destruyen, primos que no se conocen, familiares que se evitan o que se desconocen etc…
Ya sea por la culpa de palabras no expresadas, felicitaciones olvidadas, reproches no aclarados, problemas de dinero, luchas de poder, envidias, competencias, intereses encontrados. Las familias se desintegran, las personas se alejan y el amor que alguna vez fue, se olvida.
Cada familia tiene su historia. Sin tratar de entender o juzgar los motivos personales que hacen que cada quien actué como lo hace, todos pierden cuando las relaciones se distancian.
La pérdida más triste… es cuando se llega a ignorar a un ser querido. Ésta, causa un vacío en el alma, que se refleja en la luz de los ojos y a su vez, complica otras relaciones inocentes.
La vida pasa, los años se van y lo que pudo haber sido un mal entendido fácil de aclarar, o un problema con solución, a pesar su incomodidad, con el tiempo, el rencor, el orgullo y la indiferencia aleja y endurece el corazón, creando, el inicio de desconexión emocional, difícil de entender.
De nada sirve llorar cuando la persona ya no vive. Vivir con remordimiento, es una carga muy pesada. Pensar que en vida, no se tuvo el valor para hablar, aclarar y sanar la relación que se lastimo, y hoy, su recuerdo solo entristece.
¡Si tienes familia, cuídala, a pesar de que tus intereses no sean los mismos! ¡Si tienes padres, respétalos! ¡Si viven tus hermanos perdónalos! ¡Si tienes hijos, acéptalos como son! Estos enunciados lejos de ser solo un mandato moral o un predicamento religioso, son el principio básico para obtener bienestar emocional y tener paz interna que permite vivir y disfrutar la vida.
Si bien, a la familia no se le elije, esta acompaña toda la vida y en algún momento, ella responde en los mementos menos esperados y más necesitados. La familia da contención, finca raíces y protege contra la adversidad.
No se puede negar que existen diferencias. Es una realidad que cada persona tiene su propio camino. Pero también es importante recordar que uno, no debe negar la mano que le dio de comer, lo levanto y lo ayudo.
Pelear y tener otros intereses no es un pecado, pero ignorar a una persona o, perder una relación familiar, solo por no poder aclarar, perdonar y sanar las heridas causadas es la perdida mas triste que pueda existir.
Ser una buena persona y amigo/a, también implica ser un buen hermano/a, buen hijo/a y un buen padre.
La receta
La familia
Ingredientes:
- Respeto – aceptación incondicional, comprendiendo los limitantes y el tipo de relación
- Compasión – entender el dolor ajeno y tratar de aligerarlo
- Cariño – lazos emocionales que no se negocian, ni se pueden negar
- Tolerancia – paciencia, prudencia, a pesar de que las ideas y las acciones no coincidan con uno
- Sentido del humor – dar un toque ligero, amable y simpático cuando no se pueda entender
Afirmación positiva:
Reconozco que mi familia es importante. No tengo que coincidir o aceptar lo que hacen o dicen, pero si los puedo respetar y hasta los puedo aprender a querer tal como cada quien es. Actuó y pienso de acuerdo con los principios de la armonía y la paz interna que tengo. Puedo ser noble y paciente con mis familiares que me tratan de provocar y sacar lo peor de mí. Hago el bien y agradezco que tengo familia a pesar de que en momentos, discutimos y no nos podemos entender.
Porque la familia es importante:
La familia tiene raíces más fuertes que una amistad. La familia es el agente más poderoso para transmitir la memoria colectiva y personal. Hay historias que los amigos desconocen y lenguaje que no se puede explicar.
La familia es un pacto y un núcleo importante en la vida de toda persona. La familia, recuerda, obliga, involucra, apena, complace y alegra, etc., la familia no se negocia, ni se puede elegir. No hay secretos y hasta se puede perdonar lo que a otros nunca se haría.
Los familiares cercanos son los mejore maestros en la escuela de la vida. Son los únicos que desmienten y dan un toque de realidad por más dura que ésta sea. Explican y actúan como otros nunca se atreven.
Cuando se busca un amigo, se espera encontrar alguien que se asemeje a un hermano o a un padre y además, se le trata como si fuera un familiar ¿entonces por qué no cuidar a la familia mejor?
Si tienes dudas especificas o quieres platicar tu caso en particular, ofrecemos sesiones de coaching personal que te pueden ayudar mucho a solucionar tu problema o duda. Pide tu cita hoy.
https://www.paypal.com/cgi-bin/webscr?cmd=_s-xclick&hosted_button_id=CBJYD8CFYMFF4
Deja un Comentario