Es muy impresionante que tengo amigos, colegas y familiares muy inteligentes, todos con muy buenos trabajos. Personalmente los respeto y considero que sus opiniones son valiosas y muy útiles pero cuando trato de tocar algún tema emocional y/o personal parece que le estoy hablando a la pared o a personas completamente incapaces de sentir empatía y de poder ofrecer una opinión lógica, útil y sobre todo un consejo sensible que me ayude a ver las cosas con una visión más clara y menos dolorosa.

Respuesta

Como te podrás dar cuenta, existen personas que tienen una energía enfocada, clara y muy concreta. Son personas factuales que saben cómo resolver problemas y cómo programar su trabajo de forma eficiente y efectiva. Son asertivas y muy realistas. A este tipo de personas les gusta resolver problemas concretos y no pierden tiempo hablando de cosas que no conocen ni pueden controlar. De hecho, hablar de sentimientos las drena, las incómoda y las saca de su zona de confort.

De la misma forma, hay personas sociables, divertidas y muy emocionales que solo quieren hablar de sentimientos, disfrutar el momento y vivir en paz y armonía. Cuando a estas personas les pides que te ayuden a resolver un problema que implica pensar con mucha concentración, trabajar y asociar ideas complicadas, desaparecen. Solo pensar en estos temas les provoca ansiedad y miedo, cerrándose mentalmente.

Así, tanto a la persona lógica no le gusta hablar de sentimientos, como a la persona emocional no tiene la paciencia ni el temperamento para resolver problemas complicados y concretos.

Entonces, creo que el problema que tienes es que aún no has podido diferenciar con quién puedes hablar de problemas teóricos y prácticos, y con quién puedes hablar de problemas caóticos, emocionales e ilógicos. Reconocer esta diferencia te puede dar la sabiduría para elegir con quién hablar y quién te puede ayudar en cada situación sin hacerte sentir incomprendido.

Consejos para saber con quién hablar de sentimientos y de cuestiones lógicas:

1. Observa sus reacciones: Nota cómo reaccionan las personas cuando sacas a colación temas emocionales o lógicos. Si parecen incómodas o desinteresadas, quizás no sean las personas adecuadas para esos temas.

2. Evalúa sus intereses: Si alguien muestra interés en la resolución de problemas prácticos y disfruta de conversaciones sobre temas concretos, probablemente sea mejor hablar con ellos sobre cuestiones lógicas.

3. Busca empatía y comprensión: Para temas emocionales, busca a personas que te escuchen atentamente, muestren empatía y no juzguen tus sentimientos. Estas personas son más adecuadas para conversaciones emocionales.

4. Diversifica tu red de apoyo: Es útil tener diferentes personas en tu vida con diversas fortalezas. Algunos amigos o familiares pueden ser mejores para temas emocionales, mientras que otros pueden ofrecerte perspectivas prácticas y lógicas.

5. Comunica tus necesidades: Cuando hables con alguien, aclara qué tipo de apoyo necesitas. A veces, las personas pueden ajustarse si saben que solo necesitas un oído atento en lugar de soluciones prácticas.

6. Acepta sus límites: No todas las personas pueden ofrecer el mismo tipo de apoyo. Aceptar las limitaciones de cada persona te ayudará a evitar frustraciones y a buscar el apoyo adecuado en el lugar correcto.