Recientemente acepté que si tengo un problema con el alcohol ya que cuando tomo no puedo parar y cuando me doy cuenta ya se me fue la noche, las vacaciones y las cosas que me gustaría hacer pero en el momento no me puedo controlar. Después me llega la culpa, el arrepentimiento y me siento fatal.

Respuesta

Antes que nada, felicidades. Es un acto de gran fuerza y valor reconocer que tienes un problema y escribir para pedir ayuda. Debes saber que este es el paso más importante para tener una vida mejor.

Romper con cualquier hábito es difícil, especialmente cuando estás acostumbrado a utilizar el alcohol como un compañero en diferentes situaciones: cuando sales a divertirte, cuando estás estresado, triste, aburrido o cuando quieres platicar con alguien. Aunque no te des cuenta, este compañero te transforma en alguien que no eres.

Con el consumo de alcohol, puedes creer que te diviertes, te tranquilizas e incluso duermes mejor, pero todas estas sensaciones son pasajeras. Una vez que pasa el efecto del alcohol, la realidad, el sentimiento de vergüenza y la culpa pueden ser terribles.

Para romper este círculo vicioso, es conveniente que te armes de un equipo sólido de personas que te apoyen y guíen en tu proceso de recuperación.

Aquí tienes algunos pasos recomendables:

1. Consulta a un médico: Un profesional de la salud puede monitorear tu estado físico y ayudarte a manejar los síntomas de la abstinencia. Es crucial para tu bienestar físico y biológico.

2. Busca un terapeuta o consejero: Un profesional con experiencia en adicciones puede ayudarte a abordar la parte psicológica y emocional de tu recuperación.

3. Construye un sistema de apoyo social: Involucra a tu pareja, amigos y familiares cercanos para que te apoyen y no te inviten a tomar. Su comprensión y apoyo son vitales.

4. Establece nuevas rutinas: Encuentra actividades saludables que disfrutes y que puedan sustituir el tiempo que antes dedicabas al consumo de alcohol.

5. Únete a un grupo de apoyo: Considera unirte a grupos como Alcohólicos Anónimos, donde puedes compartir experiencias y recibir apoyo de personas que están en situaciones similares.

6. Practica la autocompasión: Sé amable contigo mismo durante este proceso. Entiende que recaer es parte del camino y no significa que hayas fracasado. Lo importante es levantarte y seguir adelante.

7. Mantén un diario de progreso: Escribe sobre tus pensamientos, sentimientos y logros. Esto puede ayudarte a identificar patrones y desencadenantes, así como a celebrar tus avances.

8. Establece metas claras: Define metas pequeñas y alcanzables que te ayuden a mantenerte enfocado y motivado. Cada pequeño logro te acercará a tu objetivo final.

Recuerda que cada avance que logres es una victoria. No te desanimes si recaes; lo importante es que mantengas la convicción y el compromiso de dejar el alcohol para tener una vida plena y feliz, sin esconderte de los demás ni de tus propios sentimientos.