La infidelidad va más allá que un buen revolcón…

Para ser infiel no se necesita tener una relación sexual, se puede tener una relación íntima emocional con una persona sin ni siquiera tenerla que tocar. Ser infiel, de alguna manera se inicia cuando se realizan actos que parecen inofensivos e intrascendentes, los cuales crean impacto en la relación de la pareja. Muchas veces, estas pequeñas conversaciones son tan cómodas y tan fáciles que incluso llegan a establecer lazos más íntimos que la resaca que deja una relación sexual.

No quiero decir con esto que la infidelidad sexual es menos dañina, es igual un acto terrible que causa mucho dolor. Pero en general, la infidelidad se inicia con la falta de honestidad, lealtad y respeto hacia la pareja.

Ser infiel, es ser una persona miedosa para confrontar la verdad, hipócrita consigo mismo y con poco valor. Implica abandonar el compromiso con su pareja. La infidelidad es una cuestión de poca moral y de escasos principios personales que termina lastimando a todas las personas que se encuentran alrededor.

Lo curioso es que una persona infiel, puede seguir viviendo en la misma casa, finge que su matrimonio o su pareja funcionan o más bien, aparentan tener una relación que ya no existe. Sus prioridades, intereses y su cariño ya no se encuentran en la persona con la que se vive o se dice estar casado y comprometido. Por descuido o por comodidad se tiene nueva compañía emocional en algún otro lugar fuera de su hogar.

A pesar de que es fácil y cómodo échales la culpa a los demás, la infidelidad siempre se inicia con la persona misma. Esta, ha decidió enfocar su atención, paciencia, tiempo y darle mayor interés a la otra persona que a su propia pareja. De hecho se cae en el juego mental de ser víctima, al no sentirse comprendido y se justifica no tener buena comunicación, buscando lo que cree que le falta.

La verdad es que las cosas se deterioran, no tanto por los problemas, sino porque se deja de nutrir la relación. Se aumentan las críticas, las exigencias y se llena de reproches y de expectativas irreales. Se deja muy fácil que la nueva persona escuche lo malo, lo feo y lo que duele, para que ella se convierta en el juez bondadoso y piadoso que siempre le da la razón a la persona que se viene a quejar o a desahogar.

Sin pensar mucho, el individuo se enreda con la persona equivocada pensando que como solo es una buena amistad, un consejero calificado, o esa famosa amistad cibernética del internet o hasta el compañero y/o colega de trabajo…la secretaria, en fin. Tristemente se sufre una ruptura o un alejamiento que difícilmente se puede reconciliar.

Lo que en principio fue un desahogo casual e inofensivo o una diversión y escape pasajero, se convierte en el veneno que mata el amor y destruye cualquier relación. Hay que tener mucho cuidado.

La receta

Relaciones comprometidas

Ingredientes:

• 1 botella de decisión – decreto personal de tener compromiso para el amor de pareja
• 1 taza de respeto – cuidar los valores personales y el trato de los demás
• 1 lata de honestidad – sinceridad con uno mismo y con los otros
• 5 gotas de dedicación – tiempo, esfuerzo a la relación
• 1 pizca de ojo noble – buscar lo bueno y encontrar lo positivo de cada persona

Afirmación positiva para fortalecer la relación de pareja: Mi pareja es mi prioridad. Agradezco su compañía y todo lo que hace por mí. Cuando surgen problemas, tengo fe en que las cosas van a estar bien, todo se termina resolviendo. Tengo el poder de sentir amor y encontrar paz en mi relación. Cuando me surjan dudas o pensamientos negativos, voy a recordar que pensando positivo todo se supera y se fortalece.

Como se nutren relaciones comprometidas:

1. El amor que se nutre perdura. La relación que le pones tu tiempo, tu atención y tu interés es la relación que crece.
2. Las relaciones comprometidas no son perfectas. Aprender a vivir con los errores, las dificultades y las diferencias hacen que las relaciones sean sinceras y sobretodo comprometidas.
3. Una relación sincera vale más que mil fantasías por más cómodas que estas sean. La persona que encuentra una pareja y la cuida se siente más segura, vive en plenitud y tiene más probabilidades de superar cualquier tipo de adversidades.

El amor debe ser el resultado de un largo proceso de buena comunicación, cariño, y comprensión; nunca debe de ser el principio de la relación.

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