Siempre he sabido que mi madre me trata muy diferente que a mis hermanos, de alguna manera a ellos los consiente, los cuida y les ofrece todo lo que necesitan mientras que a mi me dice que yo entiendo que ellos no son como yo y que yo puedo muy bien con mi vida. Es increíble que a estas alturas de mi vida siendo una persona adulta todavía me pueda lastimar las diferencias y el trato que hace mi mama conmigo. Realmente me duele y me siento muy triste por esta situación.
Respuesta
Entiendo profundamente lo doloroso que puede ser sentir que no eres querido por tu madre y percibir diferencias en el trato con tus hermanos. Tus sentimientos son completamente válidos, y no estoy justificando las acciones de tu madre. Sin embargo, quiero ofrecerte una perspectiva que podría ayudarte a encontrar algo de paz.
Es posible que tu madre te vea como una persona capaz e independiente que no necesita tanta protección o atención como tus hermanos. Este no es un consuelo cuando te sientes desplazado, pero puede ser una manera de entender sus acciones desde otro ángulo.
No hay una edad en la que uno deje de desear el amor y la aprobación de una madre, especialmente cuando uno se siente tratado de manera desigual. La mayoría de las madres aman a todos sus hijos, aunque a veces no sepan cómo expresar ese amor de manera equitativa. A menudo, las diferencias en el trato pueden surgir porque una madre ve en un hijo una fortaleza que no ve en otros, y por eso puede darle más atención a aquellos que percibe como más necesitados.
Es importante recordar que la percepción de la fortaleza en ti no significa que no necesites amor y apoyo. Tal vez sería útil tener una conversación honesta con tu madre sobre cómo te sientes. Expresar tus sentimientos de manera abierta puede abrir un espacio para la comprensión mutua y ayudar a cerrar esa brecha emocional.
Desde una perspectiva psicológica, es útil reconocer que todos buscamos el reconocimiento y el afecto de nuestros seres queridos, y cuando eso falta, puede causar un gran dolor emocional. Trabajar en tu propia autoestima y buscar apoyo emocional fuera de la dinámica familiar también puede ser beneficioso.
Recuerda que fortalecer tu autoestima es un viaje personal. Aunque la validación externa, especialmente de un padre, es importante, tu propio valor no depende de los demás. Eres valioso/a y mereces respeto y amor, tanto de los demás como de ti mismo/a.
Cómo fortalecer tu autoestima:
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Reconoce tu propio valor
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Haz una lista de tus cualidades: Escribe todas las cosas buenas sobre ti mismo. Piensa en tus talentos, logros, y momentos en los que has hecho algo bien.
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Afirmaciones positivas: Repite afirmaciones que refuercen tu autoestima, como “Soy valioso/a” o “Merezco amor y respeto”.
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Cuida de tu Salud Física y Mental
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Ejercicio regular: El ejercicio no solo es bueno para el cuerpo, sino también para la mente. Libera endorfinas que mejoran el estado de ánimo.
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Meditación y mindfulness: Practicar la meditación puede ayudarte a mantener la calma y a conectar contigo mismo/a.
3. Acepta y Aprende de las Críticas Constructivas
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Diferencia críticas constructivas y destructivas: Aprende a reconocer cuándo una crítica es constructiva y cuándo no lo es.
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Mejora continua: Utiliza las críticas constructivas para mejorar, pero no te obsesiones con las críticas negativas no constructivas.
4. Practica la Autocompasión
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Sé amable contigo mismo/a: Trátate con la misma compasión que tratarías a un buen amigo.
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Acepta tus imperfecciones: Nadie es perfecto. Aceptar tus fallos y aprender de ellos es una parte importante del crecimiento personal.
5. Construye una Relación Saludable con tu Madre
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Comunicación abierta: Habla con tu madre sobre cómo te sientes. A veces, una conversación honesta puede cambiar mucho.
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Establece límites: Si la relación es tóxica, establece límites claros para proteger tu bienestar emocional.
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