¿Cómo reinventarse, y volver a encontrar la felicidad después de un divorcio o una perdida?
Las crisis y dificultades invitan a que las personas, busquen una nueva realidad, no por gusto, sino por necesidad de tener que sobrevivir.
Ninguna persona busca problemas y tampoco disfruta vivir con complicaciones, sin embargo, nadie esta exento de tener que enfrentar adversidades. Cuando la infelicidad toca la puerta… esta te empuja a ser más fuerte y creativo de lo que se creía ser.
Lo que uno pensaba que podría deshacer, al final, solo termina cambiando la visión que se tenia. Concilia una nueva realidad y da lugar a que la persona cambie y se adapte a una nueva forma de ser y de vivir. Esta nueva perspectiva, ayuda a encontrar distintas oportunidades; algunas que jamás se hubiese creído serian accesibles y posibles.
Cuando se puede reconocer que los problemas son pruebas de vida, entonces se puede tener una percepción menos caótica y destructiva de lo que sucede. Así, en lugar de vivenciar las perdidas emocionales y complicaciones, fracasos, culpas, vergüenzas, etc. Como una pesadilla tormentosa, se pueden aprender a apreciar como la forma que tiene la vida para fortalecer el carácter y aprender una lección fuerte y finalmente ser mejor.
Una de las pruebas más difíciles puede ser la de encontrar la fe y creer que uno va a estar mejor, cuando siente que el mundo se viene abajo. Sentir la soledad y la impotencia de no poder salir adelante porque el dolor se ha apoderado del alma e impide ver mas allá de la pena y la perdida.
Escuchar la historia de un divorcio, una ruptura, perdida y hasta la muerte de un ser querido, se asocia como un relato que marca el final de una relación.
Claro que lo es, el corazón se acongoja y la perdida real. Sin embargo, también esta misma situación, se convierte en el principio de un resurgimiento, un redescubrimiento y un reencuentro con uno mismo y con una nueva realidad.
En esos momentos de duelo, pérdida y de inseguridad, es importante recordar que uno nunca esta del todo solo. Es el tiempo aferrarse al amor propio, a la confianza, y sobretodo, redescubrir la fe que quizá no se tenia tan presente. Hay que recuperar la esperanza que ofrece conforte y la fortaleza que ayuda a salir adelante.
Todo pasa, se reacomoda y encuentra un nuevo camino.
La persona que sufre una separación, ruptura o perdida de pareja, termina superando su dolor. En la mayoría de los casos crece, madura y sin buscar el cambio, cambia.
En ocasiones, hasta se llega agradecer las amargas lecciones recibidas, a cambio de aceptar la mejor vida que pudo reconstruir y su nueva forma de pervivir la vida.
La receta
Recuperando la fe
Ingredientes:
- Aceptación – no pelear con la realidad, reconocer y validar los sentimientos propios.
- Valentía – fortaleza confrontar el dolor y encontrar fuerzas para superarlo.
- Confianza – seguridad se que todo se va a terminar resolviendo, actitud positiva.
- Paciencia – dejar que las cosas pasen y que el alma sane, no apresurar el proceso.
- Buen humor – encontrar razones para reír aun en momentos de crisis y de dolor.
Afirmación Positiva para recuperar la fe
Tengo confianza que mi dolor no es eterno. Reconozco que he tenido tiempos buenos y que voy a tener mejores momentos. El dolor y la soledad que siento no son eternos. Agradezco las cosas buenas que he disfrutado y tengo fe que pronto encontrare nuevas y mejores razones para ser feliz. Tengo fe. Se que voy a salir adelante.
Como recuperar la fe que el dolor oculto:
Los dolores se pueden superar y sanar cuando uno aprende a cuidarse y a quererse. Recuperar el amor propio y la dignidad después del desgaste emocional que deja la perdida es obligación para poder vivir bien. Validarse personalmente protege del maltrato y del sentimiento de soledad.
La adversidad es una buena maestra, que da lecciones difíciles de olvidar. Confrontar los problemas motiva a encontrar la fortaleza para recuperar lo mejor de uno, con el fin de poder superar las pruebas que la vida expone.
La actitud que se tome ante el dolor determina la manera que se superan los problemas y la calidad de vida que se puede llegar a tener. Cuando se puede encontrar buenos motivos para agradecer, lo que se fue y lo que uno es, las experiencias difíciles no pueden amargar el alma porque la gratitud compensa al dolor.
Encontrar la fe alivia cuando hay mucho dolor, conforta al alma e invita a sentirse mejor
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