Estoy muy triste porque perdí a una buena amiga. No sé cómo poder superar este gran dolor. Saber que ya no cuento con esta persona especial me cuesta mucho trabajo.
Becky responde
Probablemente sería más prudente aceptar que hay pérdidas que son tan profundas que uno nunca se llega a recuperar del todo, sin embargo, es posible aprender a vivir con ese dolor y hacer de la pena una compañera silenciosa y no tan amarga.
El duelo es un tema muy doloroso y difícil de manejar. De hecho, muchas personas nunca llegan a recuperarse de su pérdida por lo que sufren mucho y sin pensar entregan su vida al dolor y se aíslan en un mundo lleno de recuerdos y lejos de sus seres queridos.
La manera como yo pude hacer las paces con el dolor de mis duelos fue que hice una promesa para vivir en plenitud y ser una persona sensible y presente. En honor y por su recuerdo de las personas queridas que he perdido agradezco la oportunidad que yo tengo por estar viva. Así que trato de vivir de una manera más intensa y consciente del privilegio tan grande que tengo.
Recuerdo que fui una buena hija para mi madre, una nieta querida y presente para mi abuela y una amiga sincera para la amiga que murió tan joven y dejó a sus hijos muy pequeños.
Cuando pasan cosas que nos golpean duramente, nos ubican y recuerdan que nada es eterno y todo se acaba. No hay que dar nada por sobreentendido.
Si tienes algo bueno que decir o dar no esperes a lamentarte ya que cuando las personas se van, no hay con quien hablar, las tumbas no responden a las lágrimas que se derraman cuando las personas se han marchado.
Busca la plenitud y la comunicación en vida, trata que tus recuerdos sean gratos y tus acciones hayan representado en vida el dolor que vas a cargar cuando las personas se mueran.
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