¿Quién se beneficia si le pagas a tu pareja con su misma moneda de la traición?
La necesidad de tener que vengarse nace de la impotencia, del dolor y por la justicia de querer que las cosas sean como antes. El querer vengarse tiene que ver con la desesperación de restablecer la igualdad emocional, más que con el odio.
La persona que sufre siente que la han traicionado, tiene la necesidad de que otro sienta el dolor que su alma está viviendo.
La venganza nunca será la solución para restablecer una relación.
Buscar venganza lastima tanto al que engaña, como a la persona que quiere vengarse. Al desquitarse uno tiene que cargar con la culpa y el sentimiento de haber actuado por coraje y no por propio convencimiento. Creando tal resentimiento que hace imposible recuperarse de la traición.
Cuando uno busca vengarse… involucra a un tercero (inocente). El cual no tiene nada que ver con las personas que están desquitándose de la infidelidad. Pero, por involucradas, también resultara lastimado y quede atorado en una relación tóxica.
En ninguna circunstancia uno debe tomar una decisión basada en un impulso por vengarse o por la rabia que surge a causa del dolor, esta elección terminará envenenando su alma para siempre.
La venganza se nutre del resentimiento. Una persona resentida tiene la sensación de que todos le deben, ya que siente que, porque ha sufrido tanto, que merece tratar a todos con desprecio e insiste que le tienen que comprobar continuamente el amor que tristemente es incapaz de sentir.
El resentimiento se siente como una carga pesada. Convierte a la persona resentida en un ser frío, intolerante y rencoroso. Esta persona, se aferra a su pasado y solo recuerda todas las injusticias que le han marcado su camino, negando la posibilidad de ver lo bueno que otros le ofrecen.
El resentimiento impide la posibilidad de sentir amor y poder perdonar.
El problema más grande del resentimiento es que ciega a la persona y le otorga una licencia para poder sentirse víctima. La persona “resentida” se siente como una persona buena e incomprendida. Pobrecita… se han aprovechado de su corazón, sus expectativas no se cumplieron y la han traicionado.
La creencia desajustada de su realidad, lo convierte en un justiciero que busca cobrar venganza ante cualquier situación emocional, que exponga su vulnerabilidad. Este es un sentimiento destructivo, que perpetúa el sufrimiento y el malestar e impide mantener relaciones armoniosas.
Vivir con resentimiento limita el poder de expresión e inhibe la posibilidad de confrontar sus propios sentimientos. Se refugia firmemente en su dolor, el enojo y la constante decepción y, por lo tanto, la necesidad de vengarse cada vez es mayor y su culpa es más justificada.
La persona tiene que entender que se daña más vengándose que sanando el daño le hicieron. Aceptar que no es una víctima indefensa a la cual solo la lastiman y lo más importante, tiene que querer tener una mejor vida.
La receta
Liberándose de la venganza
- Aceptación –reconocer con humildad que uno ha sido lastimado y siente dolor
- Valor– fortaleza para poder tolerar la incomodidad del sufrimiento
- Amor propio – respeto, dignidad y deseo de bienestar
- Determinación – querer sanar y tener una buena vida
- Creatividad – buscar nuevas alternativas para encontrar paz y armonía
Afirmación Positiva para soltar el resentimiento y el dolor
Encuentro nuevas maneras para restablecer mi paz emocional. Reconozco que cada persona actúa por sus propias motivaciones. Tengo la disposición genuina para sanar y salir adelante. Mi vida es valiosa. No regalo a nadie mi salud mental. Tengo la decisión y el poder para soltar mi dolor y dejar de sufrir por cosas que otros hacen. Me enfoco en mi bienestar. Soy lo que soy gracias a lo que he vivido. Me quiero y me cuido. Me válido y sanó mi alma. Vivo en paz y armonía conmigo y con el mundo.
Soltando el resentimiento:
1. Soltar el resentimiento ofrece alivio al alma y libera al dolor. Cuando se suelta el resentimiento uno vive mejor, se libera de las creencias que envenenan su alma y puede enfocarse en una buena vida.
2. Más que buscar venganza hay que encontrar valor para perdonar. El obstáculo más grande entre la reconciliación y el bienestar es la venganza. Aprender a perdonar es un regalo que alivia el alma y trae bienestar.
3. Cuando uno decide que quiere sanar, espontáneamente suelta el dolor que causa el resentimiento. El superar el sufrimiento y tener una buena calidad de vida surge del trabajo interno que se hace cuando uno elige vivir en paz, con conciencia y plenitud.
Buscar venganza ofrece una dulce sensación para castigar al que lastima, pero quita la posibilidad de sanar y tener una buena vida Prohibida su reproducción total o parcial sin el permiso escrito del editor y sin citar la fuente. Copyright © 2005-2022 Recetas para la vida© Todos los Derechos Reservados
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