Muchos jóvenes sienten que sus padres y el mundo les debe. Consideran que tienen el derecho de demandar y comportarse de manera irrespetuosa.
¿Alguna vez te has encontrado aceptando algunas de las exigencias de tus hijos cuando preferirías decir que no a sus peticiones?¿prefieres evitar el conflicto al ceder con tal de ya no discutir? ¿has dicho que sí porque quieres que tu hijo te acepte y te quiera?
Ser padres plantea uno de los dilemas más controvertidos: si se les da mucho, los malcriamos; si no se les da nada, parece que no los queremos; si les da poco, no nos esforzamos lo suficiente. Pareciera que, sin importar lo que se haga, habrá alguien que piense que uno se queda corto, nos excedimos o nos faltó ser mejor.
Entre el amor, la culpa, el cansancio y el deseo de ser mejores padres, sin darnos cuenta, creamos serios problemas en la educación de los hijos. Al ser permisivos o darles todo sin restricciones, inadvertidamente les transmitimos la idea de que merecen todo y que no tienen que contribuir para nada.
No es fácil vivir con la mentalidad de pensar solo en uno mismo. Los niños, especialmente los adolescentes, creen que tienen derecho a obtener todo lo que quieren y necesitan. Sienten que sus padres tienen la obligación de satisfacer sus demandas en el momento en que las plantean.
Los hijos, rara vez reconocen cómo su actitud de exigencia y su insistencia en conseguir lo que desean afecta a los demás especialmente a sus padres.
Sugerencias para fomentar una actitud menos arrogante y más agradecida en tus hijos:
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Enseñarles a preocuparse y cuidar de otras personas, incluyéndote a ti mismo.
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Invitarlos a ayudar y participar en eventos familiares, para que aprendan el valor de la colaboración.
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Establece expectativas claras de que deben contribuir en las tareas del hogar, recordándoles que no viven en un hotel.
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Respetarte a ti mismo para que ellos te respeten a ti y aprendan a respetarse a sí mismos y a los demás.
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Recuerda que no estás obligado a acceder a todas sus peticiones, enseñándoles que no siempre conseguirán lo que desean.
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No permitas que sus amenazas te asusten. Mantén la calma y establece límites claros.
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Enseñarles a expresarse con claridad, para que puedan describir y gestionar sus emociones de manera saludable.
La tarea más importante que se tiene como padres es enseñar a los hijos a ser buenas personas, independientes y hacerles saber que son amados incondicionalmente.
Es fundamental recordar que al sentir frustración por lo que no hacen, se corre el riesgo de perder la capacidad de sentir empatía por lo que son, arruinando la oportunidad de comunicarles cuánto amor se siente por ellos.
Ser padres brinda la oportunidad de moldear y guiar a los hijos hacia un camino de generosidad, gratitud y respeto hacia los demás. Es una responsabilidad se debe asumir con humildad y compromiso para sembrar las bases y educar adultos amorosos, compasivos y equilibrados.
La receta
Hijos respetuosos
Ingredientes:
Ejemplo -cada uno tiene que ser la persona que desea que sus hijos sean.
Límites claros – aprender a decir no sin culpa y establecer rutinas que contengan.
Calma – actuar sin reaccionar controlando los arranques de desesperación y enojo.
Valores – integridad en los valores que se reciben en la casa, sin comprometer o confundirlos.
Gratitud – agradecer y enseñar el valor de poder decir gracias por todo lo que se recibe.
Afirmación personal para educar hijos respetuoso y responsables
“Como padre/madre, reconozco plenamente que soy responsable de mis acciones, de mi ejemplo y de la forma en que enseño a mis hijos a ser respetuosos, agradecidos y, sobre todo, conscientes de su responsabilidad como seres humanos buenos y nobles. Comprendo que mis palabras y acciones son un espejo en el que ellos se reflejarán y aprenderán a comportarse en el mundo. Por eso, me esfuerzo diariamente en ser un modelo de integridad, empatía y bondad, para que mis hijos adquieran esas cualidades y las lleven consigo a lo largo de su vida. Mi compromiso es criar a mis hijos con los valores que les permitan crecer como seres humanos respetuosos, agradecidos y conscientes de su impacto en el mundo, porque sé que su contribución positiva marcará la diferencia en la sociedad y dejará un legado duradero de nobleza y bondad.”
Como educar hijos respetuosos:
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Respetar y reconocer que todos los sentimientos son válidos y reales.Establece comunicación donde invitas a expresar con claridad, respeto y sin enojo lo que se siente. Hablar de forma tranquila para poder solucionar los problemas.
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Los sentimientos intensos cambian. Las tormentas pasan, ten calma, aprende a protegerte del mal clima emocional, no hay que engancharse en el enojo o la frustración del momento. Resiste y las cosas mejoran.
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La empatía, compasión y la comprensión son los mejores aliados para educar hijos sanos, conscientes e independientes. Reconocer sus sentimientos no implica que aceptes sus maltratos o exigencias, sólo enseña que entendemos su frustración y puedes marcar las consecuencias a sus comportamientos.
“Reconoce tu responsabilidad personal y construye puentes de comunicación para una educación de tus hijos más placentera. No asumas que es la otra persona quien debe cambiar cuando te enojas.” *Prohibida su reproducción total o parcial sin el permiso escrito del editor y sin citar la fuente. Copyright © 2005-2023 Recetas para la vida© Todos los Derechos Reservados
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