Me voy a casar por segunda vez y estoy muy feliz de poder rehacer mi vida después de estar muchos años divorciada. Mi nuevo marido es un buen hombre y nos entendemos muy bien. Sin embargo su hija no me quiere me ignora cuando puede y cuando el no esta cerca me contesta horrible. He decidido no tomarla en cuenta porque no quiero tener problemas con mi esposo pero igual es una chica muy grosera ¿que me recomiendas?

Respuesta

“Qué alegría poder tener una segunda oportunidad y rehacer tu vida con un hombre que te entiende y con quien te sientes feliz. Sin embargo, es importante reconocer que este hombre viene con un paquete que no se puede quitar, deshacer o ignorar: su hija es parte de su vida y del compromiso que estás adquiriendo. Así como tus hijos son parte de ti y de tu vida, su hija es parte de él, y es crucial encontrar una forma de integrar a la familia por el bien de tu nuevo matrimonio.

Es poco probable que la niña tenga un problema directo contigo, a menos que actúes como la madrastra malvada de los cuentos de hadas. Es más probable que esté resentida porque ve que su padre está reconstruyendo su vida y formando otra familia, lo que puede generarle miedo de quedar excluida, celos de que su padre pueda querer más a su nueva pareja y familia que a ella, o simplemente enojo porque preferiría que sus padres se reconciliaran y volvieran a estar juntos aunque esto es su fantacia que no tiene nada que ver con la realidad de sus padres.

Por lo tanto, queda claro que el problema no es contigo; simplemente es más fácil desquitarse contigo que confrontar a su padre y arriesgar la única relación que tiene con él. Te sugiero que, lejos de ignorarla, la comprendas y no te involucres en sus manifestaciones de enojo y celos, y tengas compasión.

Actúa como el adulto en la relación y trata de integrar a la familia en la medida de lo posible. Es importante conversar con tu esposo y expresarle tu preocupación por la niña, sin que la conversación tome un tono de reproche. Recuerda que ella es parte de él y que, aunque parezca una niña pequeña que no puede afectar la relación, con el paso del tiempo y el fin de la luna de miel de la relación, sus arrebatos y enojos podrían dañar tu relación con tu marido, ya que la culpa y la frustración frente a los problemas pueden socavar la relación.

Recuerda: no hagas enemigos innecesarios. Cuídate y valora esta nueva oportunidad que estás teniendo.”

Cuidar la relación con la hija de tu esposo cuando ella no te quiere puede ser un desafío, pero es posible mejorar la situación con paciencia, comprensión y empatía. Aquí hay algunos consejos para ayudarte:

1. Comprender sus sentimientos: Trata de ponerte en el lugar de la hija y entender por qué puede estar sintiendo resentimiento o desconfianza hacia ti. Reconoce que puede estar pasando por un período difícil al adaptarse a los cambios en su vida familiar.

2. Ser paciente y comprensivo: La construcción de relaciones lleva tiempo, especialmente cuando hay tensiones o conflictos. Sé paciente y demuestra a la hija que estás dispuesta a ganarte su confianza y afecto con el tiempo.

3. Mostrar interés y apoyo: Pregúntale sobre sus intereses, escucha sus preocupaciones y brindale tu apoyo en todo momento. Hazle saber que estás ahí para ella y que te importa su bienestar.

4. Establecer límites claros y respetuosos: Aunque es importante mostrar comprensión y flexibilidad, también es fundamental establecer límites claros y respetuosos en la relación. Hazle saber cuáles son tus expectativas y cómo esperas ser tratada.

5. Fomentar momentos positivos juntos: Busca oportunidades para compartir momentos agradables juntas, ya sea realizando actividades que ambas disfruten o simplemente pasando tiempo de calidad juntas. Esto puede ayudar a construir una conexión más fuerte y positiva.

6. Comunicación abierta y honesta: Mantén una comunicación abierta y honesta con la hija, pero también con tu esposo. Habla sobre tus sentimientos y preocupaciones de manera respetuosa y busca soluciones juntos.

7. Buscar ayuda profesional si es necesario: Si la situación no mejora y sientes que necesitas ayuda adicional, considera buscar la orientación de un terapeuta familiar o consejero. Ellos pueden proporcionar estrategias y herramientas adicionales para mejorar la relación con la hija de tu esposo.