Por supuesto que la conquista es una etapa divertida, excitante y muy provocadora. Cuando una persona está enfocada en ganarse el afecto de otra, sus acciones están encaminadas en entender que puede atraer y seducir a la persona deseada. El ego y la victoria nutren los triunfos que aumentan la autoestima y la vanidad. Como no te vas a divertir.

La cuestión es ¿qué haces una vez que ya lograste tu objetivo? Si la conquista fue fácil, entonces quizá no la valoras tanto y al poco tiempo la pierdes o buscas otra nueva diversión. Si la conquista fue más problemática quizá cuides un poco más y después de un tiempo, te aburres y la pones en un mural del recuerdo, como otra gran conquista muestra de tus talentos de seducción.

Una persona que en realidad busca una relación estable, madura y emocionalmente nutritiva, no se limita a divertirse con la conquista, al contrario, una vez que solidifica su relación, se siente más segura, satisfecha y cada día que pasa, su cariño y la emoción crece. Vive enamorada y encuentra una buena razón para vivir y ser feliz.

Es muy importante divertirse y aprender el arte de seducir. Siempre y cuando se tenga el valor y el compromiso de mantener la relación y el interés encendido. Una relación debe de ser divertida además de tener compromiso y responsabilidad.

Si aún no has encontrado a la persona que te haga ser feliz y sigues necesitando relaciones para comportarte que tan don juan puedes ser, no te preocupes, ya te llegara alguien que te robe ese corazón y quieras conquistarlo todos los días para que nunca se vaya de tu lado.

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