Siempre queremos reunirnos con la familia. Pero, hay un grupo de la familia que no le ha gustado trabajar y los éxitos económicos de un grupo nos separan y al final, la reunión familiar se convierte en angustia y tristeza.

Claro que sería increíble que todos en las familias se llevaran increíble, que no hubiera envidas, ni rivalidades o competencias. Es más, mucho mejor sería que los hermanos, tíos, cuñadas, nueras sobrinos, primas, nietos… se entendieran, se apoyaran y que se complementaran para así hacer un clan fuerte y feliz. Creo que esa historia, ni en las películas es real.

Las relaciones familiares pueden llegar a ser muy complicadas y no siempre son lo que quisiéramos. No creo que el éxito de un grupo, la falta de energía de otro, el dinero de este y el trabajo del otro, son el verdadero problema por la falta de la unión familiar.

La familia es lo que es, y es exactamente lo que debería de ser. Además todos somos afortunados detener una y ser parte de la que nos toca. Cuando puedes aceptar al tío gruñón, a la tía metiche, al primo amargado, al hermano que no tiene dinero, a la sobrina presumida etc… Cuando te das cuenta que cada persona que está en tu vida debe de estar justamente donde está. Justo cuando puedes disfrutar el caos, tolerar la envida y aprender a vivir con todos los personajes de tu familia, sin tratar de hacer una película perfecta, ni una comida civilizada, entonces puedes sonreír y sentir gratitud por tu vida y por todo lo que tienes, bueno, malo, complicado y desagradable…

Disfruta a tu familia porque esa es la que tienes y allí es donde perteneces.

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