¿Sera que el punto de vista de los demás… podría ser tan valioso como el nuestro? Pero, ¿al ser distintos, entonces quien tiene la razón?

Cuando se trata de tener la razón… Es fácil validar las razones propias, justificar la manera de ver las cosas y hasta insistir que el punto de vista personal es el único que sirve. Sin embargo, cuando uno trata de entender o justificar las razones que pueden tener los demás, es difícil, complicado y en casos, hasta causa conflicto personal.

¿Cómo puede ser que en casos, ambas partes pueden tener la razón y al mismo tiempo tener puntos de vista completamente distintos?

Al hablar de las opiniones de los demás, es importante aclarar que no se trata de juzgar, ni de comparar, o de justificar la las opiniones de los demás, y se habla en términos de relaciones cotidianas que no involucren agresión, humillación o conflictos mayores. Cada quien, tiene derecho a tener su punto de vista, a pesar de que este nos moleste.

Respetar, no quiere decir aceptar. Solo quiere decir que a pesar de que uno no esté de acuerdo con el otro, el otro tiene otra visión, ver la cuestión en otra perspectiva y su contexto es distinto.

Hay temas más controversiales que otros. También hay opiniones más fuertes o que se pretenden imponer sin dialogar, asi como hay temas muy personales que es difícil compartir o explicar.

Tener la capacidad de poder entender y aceptar el punto de vista de otra persona, otorga grandes beneficios. Primero que nada facilita la comunicación, abre los horizontes y las perspectivas, mejora la autoestima y sobretodo permite aprovechar las oportunidades para aprender, negociar y mejorar la calidad de vida.

Recibir nueva información sin conflicto interno, es un trabajo necesario para poder adaptarse y entender el mundo en el cual se vive. Comunicarse es progresar. De hecho, el tener un mundo con ideas rígidas, solo atrapa a la mente, la enajena y causa un gran peligro, imponiendo barreras en las relaciones y obstruyendo el desarrollo personal.

El secreto para poder aceptar y respetar a las opiniones de los demás, consiste en poder reconocer los valores personales, sin aferrarse o cerrar la posibilidad de estar equivocado. Aprender a reconocer los valores y principios que son importantes para uno, y entender que las opiniones de otros, también tienen valor.

Es importante mencionar que la inseguridad personal, la rigidez y la necesidad de controlar la situación son los principales enemigos de la apertura cuando se trata de poder escuchar otras opiniones sin ofenderse.

Cuando uno se siente cómodo con sus pensamientos y acciones, no tiene que convencer a los demás de nada, por lo tanto se puede valorar y reconocer que otros también tienen el mismo derecho a luchar por sus ideas.

En muchos casos, se discute por lo que cada quien quiere escuchar, sin darse cuenta que ambos tienen razón. Cada quien, habla con otra perspectiva. Así, dos personas pelean por una naranja, sin darse cuenta que uno se refiere a los gajos de la fruta, y el otro… habla de la cascara. Sin embargo, los dos pelean por la misma fruta.

La receta

Respetando otros puntos de vista

Ingredientes

• Atención- escuchar para entender no para imponer.
• Sensibilidad- reconocer que el otro tiene sus propios sentimientos e intereses
• Actitud positiva- disposición abierta, encontrar los intereses comunes y los valores positivos
• Integridad- defender los valores personales, pero saber escuchar y valorar los otros
• Respeto- validar y la diferencia de opinión con sinceridad y humildad

Afirmación Positiva

Valoro y respeto todas las opiniones que escucho. Puedo aceptarlas o no, sin embargo tengo el poder de aceptar las ideas que me gustan o están de acuerdo con mis valores y puedo dejar ir aquello que me causa incomodidad. No me voy a aferrar a mis ideas, ni voy a imponer mis convicciones. Reconozco que el tener apertura me permite abrir mis horizontes y más aún, me deja entender y conocer a los demás.

Como tener apertura para entender otras ideas

1. Para que me escuchen tengo que aprender a entender lo que otros tienen que decir. Aprender a escuchar sin prejuicio y reconocer el otro punto de vista, es la base para crear una plataforma emocionalmente nutritiva y poder iniciar una plática sin entrar en conflicto.
2. Es necesario quitar el ego, dejar a un lado la convicción personal y entender el contexto donde de donde viene el otro para entender lo que se escucha. Una autoestima sana, permite escuchar y cambiar de opinión si es necesario, sin por ello sentir la necesidad de imponerse, controlar o cerrar los canales de comunicación.
3. Cada opinión tiene perspectivas distintas. Aclarar lo que se habla, explicar con sinceridad lo que se discute, sin prejuicios permite que la comunicación sea más clara y no cause tantos conflictos.

Escuchar sin prejuicios, no significa estar de acuerdo con todas las ideas, solamente significa que se puede comenzar una conversación, sin discusión.

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