Hay veces que creer en Santa Claus o algún milagro es lo único que se necesita para aguantar y sobrepasar la mala racha.

De que hay malas épocas, las hay; estas no distinguen sexo, edad ni zona postal. Cuando estás pasando por una época difícil, no importa si todo mundo está festejando las fiestas o se van de vacaciones, la celebración no se ve, ni se siente igual. Si tu sientes que el universo no te escucha y que no tienes manera de encontrar un rayito de luz, es difícil poder tener ánimo para sonreír, brindar, disfrutar y poder festejar.

Cuando uno se encuentra en una situación desesperante, no entiende, ni escucha las afirmaciones o los buenos deseos para salir adelante, el pensar que todo es pasajero parece un imposible tan lejano que más bien, se siente como una película irreal.

La filosofía china dice que todos tenemos 58 problemas y que tarde o temprano los tenemos que confrontar, sin embargo, esta filosofía no nos cuenta que pasa cuando sientes que los 58 problemas te caen juntos en la misma época y no tienes los recursos emocionales para poder resistir… Solo recuerda que tarde o temprano estos problemas: o se terminan resolviendo, o aprendes a adaptarte y a vivir en paz con lo que tienes, pero de que la vida y los problemas se acomodan, no hay duda, estos son también parte de la ley de gravedad del universo, donde todo cae por su propio peso.

La fe no es una palabra que da animo es la Esperanza que tiene el alma cuando realmente se siente con todo el corazón.

Lo cierto es, que cada quien tiene una misión en esta vida y parte de los problemas y las adversidades que llegan sirven como herramientas para poder pulir el alma y aprender para poder crecer. Estas no son opcionales llegan cuando llegan sin pedir permiso ni avisar.

Generalmente, estas situaciones difíciles y en algunos casos muy dolorosas, llegan a ser las mejores maestras para superarse y salir adelante. Finalmente, se convierten en el alimento que nutren el alma y aunque cambian el sabor de la vida son aprendizajes necesarios. La cuestión más importante, radica en encontrar la fortaleza y la resistencia para poder enfrentar con sabiduría dichas condiciones.

Hablar de felicidad, amor eterno, abundancia, estabilidad, salud, trabajo…cuando no los tienes y no sabes si algún día realmente te van a llegar, es como escribirle una carta a Santa Claus, pedir un milagro y rezar por algo que posiblemente nadie pueda conseguir, esperando que tus peticiones sean escuchadas y los problemas sean resueltos.

Por más infantil e improbable que sea esta opción, muchas veces, es la única elección y es mejor tomarla y tener fe, buscar la esperanza y encontrar ánimo, en lugar de perderse en la desesperanza y en el dolor.

La vida se tiene que vivir, y mientras uno esté vivo esta esta es la única opción. Hay que hacer lo mejor que uno pueda, por lo tanto, si no tienes fe, si sientes que nada está bien, escribe tu carta, pídele a Santa Claus o a quien te de esperanza, reza con todo tu corazon y aférrate la vida.

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La receta

Encontrando la última miga de fe

Ingredientes

• 2 trocitos de gratitud – aprecio por las cosas pequeñas que se tiene
• 1 cucharada de compasión – encontrar el amor y el respeto propio
• 1 lata de confianza – esperanza, actitud positiva, dialogo con lo que de animo
• 1 pizca de valor – paciencia y resistencia y fortaleza para seguir adelante
• 1 taza de paz – reconocer que todo tiene una buena razón y que algo bueno tendrá que suceder

Recomendación del chef

Nunca pierdas la fe, y busca como encontrar una razón que te motive a salir adelante, ya que estar bien y salir adelante es la única opción. La fe nunca te deja, aun cuando sientas que no la encuentras, esfuérzate porque hay ocasiones, que fe, es lo único que tienes y que te va a poder ayudar.

Como recuperar la fe:

1. La fe es un ingrediente innato, incondicional que se tiene a pesar que en ocasiones no se le pueda reconocer. Curiosamente la persona que más la necesita… quizá es la que menos la busca. La fe siempre está cerca depende solo de la actitud y la percepción personal.
2. Entre más fe se tiene, mayor es su fuerza. Este es un ingrediente en la mayoría de los casos se encuentra en momentos de crisis, en situaciones cruciales o en periodos difíciles. En el momento que se reconoces, nunca se olvida ni se pierde.
3. La fe, ayuda, enseña y fortalece el alma y la existencia. La fe es un ingrediente positivo, nutritivo que permite encontrar la paz en el corazón, enseña las lecciones más importantes en el camino de la vida, transforma un momento ordinario y difícil en una prueba invaluable llena de sentido y sobretodo da consuelo y compasión.

 

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