Las opiniones son valiosas, importantes y muy productivas siempre y cuando sean recibidas con la misma buena intención que estas fueron expresadas. De hecho cuando una persona pide un consejo está dispuesto a pagar por escucharlo pero cuando no quiere recibir o escucharlo ni regalado le interesa.
¿Habrá realmente un buen momento para dar una opinión? Si la piden por supuesto que sí, pero si no la buscan… posiblemente no. Lo importante aquí es siempre tener claro el motivo y la intención de la opinión, ayudar, prevenir, mejorar… nunca criticar, lastimar ni causar dolor.
Recuerda el objetivo de una opinión es ayudar a crecer y mejorar, el reto es el no lastimar o reprochar.
Toda persona tiene una opinión. Por supuesto que esta su sentir personal, además de valido es otro punto de vista. Desafortunadamente esta, es una percepción ajena y quizá incomoda para escuchar.
Las opiniones son simplemente opiniones, si se les diluye su carga emocional y se les aumenta el sentimiento de interés y de ayuda sincera, quizá pueda ser que esta sea uno de los ingredientes más importantes para la superación personal de cualquier persona.
Las opiniones más delicadas y probablemente las que tengan más peso siempre serán aquellas que provienen de las personas cercanas, importantes y con alguna relación directa. Realmente ¿cuándo se ha visto que alguien se moleste por la opinión de un extraño? De hecho, esa opinión, fácilmente podría pasar como un comentario de un loco, inoportuno y se le ignora de inmediato.
Una persona que tiene muchas opiniones, habla todo lo que siente sin pensar, e impone sus puntos de vista, se le considera como una sujeto chismoso, metiche y bastante molesto.
Por otro lado, una persona que no habla nunca, ni dice lo que piensa, se le denota como un ser sin carácter, ni opinión ni interés.
Sin embargo, una persona que piensa lo que dice y habla con prudencia, considera a los demás, busca la manera de comunicarse con cariño y suavidad, se le respeta se le escucha y por supuesto se le agradece todo lo que tiene que compartir.
La receta
Opiniones sensatas
Ingredientes
- 1 taza de actitud positiva; promover siempre el bienestar de las personas
- 2 rebanadas de propósito; motivos claros, objetivos concretos y fines específicos
- 1 cucharada de claridad; pensamientos y palabras sencillas, gentiles y sin reproches
- 3 gotas de prudencia: sensibilidad, compasión y precaución
- 1 manojo de humildad; reconocer que se da una simple opinión, no es una imposición
- 1 pizca de realidad; perspectiva y balance de la situación
Recomendación del chef
Recuerda que una opinión acertada puede cambiar el destino de una persona, No es bueno esperar a que suceda un problema o surja una crisis para escuchar o dar una buena opinión.
Modo de preparación
- Una opinión puede ser la muestra más sincera de cariño e interés. El mejor ejemplo de amor y de preocupación que puede haber es el de poder prevenir errores o problemas de las personas que se les aprecia. Si se opina, es porque hay interés. Y futuro.
- Aprender a escuchar opiniones fomenta el crecimiento personal. La persona que reconoce el valor de una buena crítica y está dispuesta a recibir opiniones, es una persona que quiere crecer y superarse. Y salir adelante.
- Es importante dejar orgullo a un lado y concentrase en el propio bienestar. Es difícil y en ocasiones incomodo recibir una opinión que no se esperaba, sin embargo, es peligroso no escucharlas o evadirlas, hay muchas consecuencias que se pueden evitar o prevenir.
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