María despertó el lunes pasado, después de casi dos años de haber estado en un prolongado estado de coma por causa de un tumor.
Lo que María aun no sabe es por la odisea que pasaron Jorge, su esposo, familiares y allegados antes de que ella abriera nuevamente sus ojos. Pudieran contarle acerca de los días interminables en el hospital, o los cuidados intensivos en la casa, las angustias, los sufrimientos y tantos procedimientos rutinarios ya que por el tumor, María dejó de moverse y ocupaba ayuda absoluta de las personas que la rodeaban. Al principio, comenzó a necesitar ayuda para comer, ir al baño y cubrir sus necesidades básicas. Pronto, el tumor que le oprimía una parte del cerebro, la llevó a perder la capacidad de hablar. Al poco tiempo entró en un estado de coma.
Al comienzo Jorge dejó de ir a trabajar, pero al paso del tiempo tuvo que regresar. Por lo tanto, organizó rondas para que su esposa estuviera constantemente cuidada durante el día, y en la noche él se dedicaba completamente a cuidarla a ella. Jamás se quejó ni esperó a que algún día María le valorara sus grandes esfuerzos por ayudarla y acomodarla. En estos momentos de crisis lo único que Jorge deseaba era salvar a su amada esposa, sacar fuerza y fe para comenzar un nuevo día, con la ilusión de volver a recuperarla.
Pasaron 720 días interminables. Ante la posibilidad de que su esposa no saldría de su estado, muchos hubieran abandonado o hubieran comenzado a buscar una nueva relación amorosa. En el caso de Jorge, no le faltaron oportunidades. Incluso algunas de las enfermeras intentaron coquetear con él. Algunos amigos, con la intención de querer levantarle el ánimo, trataron de incentivarlo para que comenzara a salir con otras mujeres. Le insistieron que María se encontraba bien cuidada en una seria institución y que era tiempo para que Jorge reiniciara su vida. Pero Jorge se rehusó. Mientras el corazón de su esposa continuara latiendo, el continuaría entregado y dedicado a esta relación.
Hace una semana María despertó. Pidió un pañuelo para limpiarse y no comprendió las lágrimas de su esposo y su familia. No tenía conciencia del tiempo que había transcurrido en coma. Hoy en día María dice “El amor me curó, me dio una razón para seguir viviendo y no me hubiera recuperado si no fuera por la dedicación y la entrega incondicional sobretodo de mi esposo y el resto de mi familia. Fue un milagro y ellos lo hicieron posible”
El Amor verdadero es como lo ejemplifica esta familia. Es el resultado de la dedicación, el compromiso, la fe y la firme determinación de permanecer juntos en las buenas y en las malas. Siempre pueden aparecer obstáculos y tentaciones por el camino. Pero es la decisión de invertir en la pareja y las ganas de entregarse completamente a una relación, lo que hace que los lazos perduren. El Amor no consiste en satisfacer las propias necesidades o estar pendiente de lo que se puede recibir. Por el contrario, el amor se incrementa cuanto uno más da y se entrega. Es un proceso en constante movimiento que se necesita cultivar diariamente. Es un estado que nos permite consagrarnos como persona y nos motiva a dar lo mejor de nosotros a todos aquellos que nosotros decidimos y aprendimos a Amar.
LA RECETA
Feliz día del Amor.
INGREDIENTES
- 2 tazas de Decisión personal
- 1 caja de Compromiso
- 5 cucharadas de Dedicación
- 1 taza llena de Generosidad
- 1 manojo de Fidelidad
- 3 gotas de extracto de Intimidad
- Una pizca de Magia
RECOMENDACIÓN DEL CHEF
MODO DE PREPARACIÓN
El amor es un sentimiento exquisito y delicado, que se debe saborear suavemente ya que tiene un gusto especial para aquellos que lo disfrutan.
El amor duradero es aquel que se cocina a fuego lento con el fin de que perdure para toda la vida. El amor no es un simple platillo, es la culminación de la cocina de todo cocinero; cuando se ama de verdad se vive en plenitud. El gozo de dar continuamente es la gratificación que lo nutre y lo hace crecer.
Amar es un regalo del alma, el cual no pide nada a cambio, su mayor satisfacción consiste en la acción de hacer feliz a su pareja. El amor es una decisión personal, que tiene un poco de magia y un poco de locura difíciles de entender, sin embargo cuando estos ingredientes se combinan con el compromiso, la dedicación y la fidelidad, el resultado será la consistencia perfecta para obtener un amor sólido, capaz de aguantar las crisis más fuertes y las temperaturas más extremas. La persona que ama se siente fuerte y poderosa, humilde y completa, es una persona que ha encontrado el verdadero motivo de su vida, transmite paz y una alegría contagiosa difícil de olvidar.
Cuando se ama, se vive para amar y se ama vivir.
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