Me pongo mal cuando escucho que mi esposa hace comentarios de nuestra relación con mis amigos, sobre todo ellos se ven tan felices y enamorados que me hace quedar como una mala persona. No se que puedo hacer porque si le digo nos peleamos y si me callo me enojo.
Respuesta
Cuando alguien se queja, no importa con quién lo haga; lo que realmente importa es reconocer que detrás de esa queja hay un deseo no satisfecho, cubierto de dolor y nostalgia.
Es posible que lo que tu esposa esté expresando sea: “Me duele que no me trates como veo que otros hombres tratan a sus esposas. Extraño el cuidado y la atención que antes me dabas, y ahora siento que eso ha cambiado”. Sin embargo, es difícil estar constantemente pidiendo que te quieran o que te traten de una manera especial, porque puede sentirse como si estuvieras mendigando amor, lo cual es doloroso y humillante.
Es importante estar atento y leer la situación sin sentirse atacado. Cuando nos sentimos criticados, es común ponernos a la defensiva, y en lugar de escuchar lo que realmente se nos está pidiendo, nos enfocamos en protegernos. Esto puede llevar a dos respuestas dañinas: atacar (discutir) o cerrarse (ignorar la conversación). Ambos comportamientos solo causan más dolor y obstaculizan la comprensión de lo que realmente está sucediendo, impidiendo que se pueda actuar de una manera más adecuada.
Escuchar lo que no se dice es un arte que es fundamental desarrollar para mejorar las relaciones personales.
La clave para dejar de repetir estos patrones es reconocer que tanto tú como tu esposa están buscando una conexión más profunda. Pelear, ignorar, quejarse o reprochar son reacciones que lastiman y crean distancia entre ustedes. En lugar de enfocarte en las palabras exactas que dice o en los comentarios que hace sobre ti, trata de entender cómo se siente realmente y qué puedes hacer para reconectarte con ella y fortalecer su vínculo.
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