Mi esposo me fue infiel. Fruto de eso quedó una hija, llevo 33 años de casada con él. Hace dos años me enteré de esto. Estoy tratando de perdonar, tengo un rencor, rabia y mucho dolor no puedo superar.

Becky responde

Después de tantos años de casados, una traición debe de sentirse aún más dolorosa. Lo siento mucho.

Me surgen varias preguntas al leer tu caso:

¿Has vivido 33 años casada y te ocultó este secreto hasta recientemente hace dos años? O ¿te engañó hace dos años cuando te enteraste? ¿Cómo fue tu matrimonio antes de la infidelidad? ¿Tu esposo te pidió perdón y entiende el dolor que causó o se justificó ofreciendo razones para limpiar su culpa? ¿La hija… la ve, la reconoce, la mantiene? ¿después del incidente tu esposo ha hecho algún esfuerzo para restablecer tu confianza y cariño para no perder la relación?

En muchos casos que he tratado encuentro frecuentemente que la persona infiel prefiere no hablar del tema pretendiendo que ya es parte del pasado y que no tiene importancia. En otros casos, la persona que ha traicionado se justifica y echa la culpa por su necesidad de salir a buscar un romance fuera de la relación y así espera que sus acciones sean entendidas y perdonadas.

Desafortunadamente ninguno de esos escenarios ayuda a superar el dolor; por lo que la tu y muchas mujeres en tu situación se llenan de rencor, enojo y les es muy difícil poder perdonar.

Superar una traición requiere de ayuda profesional, y de mucho trabajo personal en donde ambos encuentran un nuevo lenguaje y reconstruyen juntos una nueva relación. El trabajo no lo puedes hacer sola. Tampoco un simple perdón y mil disculpas te van a ayudar.

Superar el dolor que sientes, requiere de valor, compromiso, honestidad y dedicación, de ambos esto no es un trabajo individual. Te quiero recordar que el dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional.

Busca la manera de procesar tu enojo y el dolor ya que no es justo que gastes tu vida culpando y reprochando algo que ya sucedió y que está fuera de tu control. Tu no tuviste la culpa de las malas decisiones de tu esposo, pero si tienes la responsabilidad de sanar y la obligación de vivir tu vida en plenitud.

NO REGALES NI DESPERDICIES LA OPORTUNIDAD DE VIVIR BIEN POR CULPA DE OTRAS PERSONAS.