Hace unos meses decidimos que la relación de matrimonio ya no terminó, luego de una infidelidad y de múltiples mentiras. El divorcio ya es un hecho y no hay vuelta atrás. Mi ex insiste que yo lo voy a perdonar y que eventualmente nos volveremos a entender. Claro que no, yo soy el que paga todos los gastos y el departamento es mío. No hay forma de que él salga y aunque ya duerme en el sillón no se va, ni me deja.  ¿Qué me recomiendas hacer?

Becky responde

Cuando una relación llega a su fin, es tan importante reconocer el momento de la despedida como lo es iniciarla. Establecer un cierre claro y definido es crucial para ambas partes involucradas.

 

En el contexto de un divorcio, se recomienda formalizar los términos y condiciones mediante documentos legales y procedimientos profesionales. En tu situación, no mencionas haber llegado a un acuerdo sobre los términos de la separación. Es esencial abordar este aspecto para garantizar un proceso fluido.

 

Te aconsejo entablar una conversación franca, evitando escalones innecesarios hacia agresiones o tensiones. Negociar aspectos como la distribución de bienes y la vivienda de cada uno puede ser clave. Establecer fechas límite para las transiciones y seguir los procedimientos legales necesarios facilitará la conclusión de la relación.

 

Es fundamental reflexionar sobre la discrepancia entre tener claro que es tu departamento, realizas los pagos y has decidido no tolerar más mentiras e infidelidades, y la falta de una decisión definitiva. ¿Qué te impide dar ese paso crucial? ¿Quizás encuentras algún disfrute en el sufrimiento de tu ex, permitiéndole quedarse en el sillón como consecuencia de sus acciones pasadas? Es tiempo de analizar estas preguntas y tomar las decisiones necesarias para tu propio bienestar emocional.

 

Terminar una relación requiere valor y determinación. Estos son valores que se deben de tener para poder tener un cierre sano y más importante para que puedas recuperar tu paz y eventualmente puedas iniciar un nuevo ciclo en tu vida.

 

Como terminar con una relación sin tener que recurrir a riñas innecesarias.

 

Terminar una relación de manera amigable y respetuosa es posible siguiendo algunos pasos que minimizan las riñas innecesarias. Aquí hay algunas sugerencias:

 

1. Reflexiona y Sé Claro:

Antes de abordar la conversación, reflexiona sobre tus sentimientos y asegúrate de tener claridad sobre tu decisión. Sé honesto contigo mismo y con tu pareja.

 

2. Escoge el Momento Adecuado:

 

Busca un momento tranquilo y privado para hablar. Evita discutir en público o en situaciones estresantes que puedan exacerbar las emociones.

 

3. Comunicación Abierta y Respetuosa:

 

Inicia la conversación de manera abierta y respetuosa. Expresa tus sentimientos y razones de manera clara, pero evita culpar o señalar con el dedo.

 

4. Escucha Activa:

 

Da espacio para que tu pareja comparta sus sentimientos y pensamientos. Escucha activamente y muestra empatía. El entendimiento mutuo puede facilitar el proceso.

 

5. Evita Palabras Ofensivas:

 

Controla tu lenguaje y evita palabras ofensivas. Mantén la calma y sé consciente del impacto que pueden tener las palabras durante una ruptura.

 

6. Enfócate en el Futuro:

 

Habla sobre el futuro de manera constructiva. Si es posible, establecer acuerdos amigables sobre temas prácticos, como la división de bienes o la logística de la separación.

 

7. Apoyo Emocional:

 

Reconoce que el proceso puede ser difícil para ambos. Ofrece apoyo emocional y, si es necesario, sugiere la posibilidad de buscar ayuda profesional.

 

8. Respeto por la Privacidad:

 

Después de la conversación, respeta la privacidad de ambos. Evita compartir detalles íntimos o conversaciones privadas con otras personas.

 

9. Espacio y Tiempo:

 

Brinda espacio y tiempo para que ambos procesen la ruptura. No esperes una transición instantánea; cada persona necesita su propio tiempo para adaptarse.

 

10. Cierre de Manera Positiva:

 

Termina la conversación de manera positiva, enfocándose en el respeto mutuo y agradeciendo los momentos compartidos. Mantén la puerta abierta para una posible amistad en el futuro.

 

Recuerda que cada relación es única, y estas sugerencias pueden adaptarse según las circunstancias. Lo más importante es actuar con empatía y consideración hacia la otra persona.