Por más que mi hermana pueda tener buenas intenciones, cada vez que está cerca de mis hijas se porta como si ella tuviera su edad y pretende ser su mejor amiga. Por razones ajenas a mi ella me provoca y me hace sentir que ella es linda, buena y muy divertida. Se ríe exageradamente y hace planes sin incluirme. Mis hijos dicen que yo soy una exagerada pero en realidad siempre me hace sentir fuera de lugar y cuando les comento a las niñas se ríen y dicen “ya sabes como es mi tía” pero no se dan cuenta que tanto ellas como mi propia hermana me provoca y me hacen sentir fuera. No sé que puedo hacer si le digo algo a ella me lo niega y se ríe y si le digo a mis hijas siempre es un problema. 

Becky responde

Entiendo que te sientes incómoda y fuera de lugar cuando tu hermana actúa de cierta manera alrededor de tus hijas. Es importante abordar esta situación de manera respetuosa pero firme para poder encontrar una solución que te haga sentir más cómoda y valorada en la relación con tu hermana y tus hijas.

 

Primero, es crucial comunicar tus sentimientos de manera clara y directa a tu hermana. Explícale cómo te hacen sentir sus acciones y comportamientos, enfocándote en tus emociones sin culparla directamente. Por ejemplo, podrías decirle algo como: “Quiero hablarte sobre algo que me está incomodando. Cuando estás con mis hijas, siento que a veces te comportas de manera muy juvenil y me hace sentir excluida y fuera de lugar.”

 

Después de expresar tus sentimientos, escucha su perspectiva y trata de entender su punto de vista. Puede ser que ella no sea consciente del impacto que sus acciones tienen en ti y esté dispuesta a hacer cambios una vez que lo entienda.

 

En cuanto a tus hijas, también es importante que les comuniques cómo te sientes sin ponerlas en una posición incómoda entre tú y tu hermana. Podrías hablar con ellas de manera calmada y explicarles que te gustaría que todos se sintieran cómodos y respetados en la familia, y que es importante para ti encontrar un equilibrio en las relaciones.

 

Finalmente, si la situación persiste y sientes que no puedes resolverla por tu cuenta, considera buscar la ayuda de un mediador familiar o un terapeuta. Ellos pueden proporcionarte herramientas y estrategias para abordar estos conflictos de manera efectiva y constructiva.

 

Recuerda que es válido expresar tus emociones y buscar soluciones que te hagan sentir más feliz y tranquila en tus relaciones familiares.