Nunca había tenido problemas con mi hijo, le damos lo que pide y gracias a dios el dinero no es un problema en la familia. Ayer me levanté y vi como le saco dinero a mi cartera sin que me diga que lo hizo. No se que hacer y cómo hablar con él.

Becky responde

Cuentas claras y relaciones sanas
No hay razón que valga o que sea suficientemente buena para justificar que un hijo tome dinero de la cartera de sus padres. Por lo tanto esta es una acción que se debe de reprender de inmediato, y no dejar que pase desapercibida, es decir también tendrá repercusiones o consecuencias.

Tomar dinero de la cartera de alguien sin pedir permiso es una forma de robar. Hay que decir claramente que esa es una acción que no se permite ni se tolera.

Lo más importante es reconocer que no se trata de castigarlo y hacerlo sentir culpable, o un delincuente, se trata de que el joven entienda y aprenda una lección. No lo juzgues ni lo llames ladrón o delincuente. Es importante enseñarle que eso está mal, pero no condenarlo.

¿Cómo se debe de hablar con un hijo cuando toma dinero sin pedir permiso?

Es importante mantener la calma y no hablar desde la voz del enojo. Si es necesario calmarse, y esperar unos minutos para poder hablar con serenidad pero con asertividad.

Ser claro, conciso y directo. Lo que hiciste está mal, eso es una forma de robar.

Explicar la seriedad del caso: Robar es un delito, mentir es un problema que crece a medida que se le quiere componer y nunca encuentra una forma de salida.

Preguntarle con curiosidad para que ocupa el dinero. Ser preciso y muy claro. Es decir que va a pagar, a quien se lo dara, por que o lo pidió antes, etc.

Pedir el dinero de regreso y si no lo tiene establecer una forma para que lo pueda reponer, ya sea con trabajos en la casa o con sus ahorros o con alguna cosa de valor que el disponga.

Establecer algunas consecuencias lógicas para que sepa que no hay una segunda opción para volverlo hacer. No salir el fin de semana con los amigos. Hacer algunos actos con buenas acciones como visitar a los abuelos o algún familiar enfermo, platicar con un guía religioso o moral.

Firmar un contrato donde se comprometa a no volver a robar ni porque tenga la mejor excusa.

Trata de entender que tiene, en qué estaba pensando y con qué tipo de personas se está relacionando.

Reflexiona y fijate si no le estas haciendo caso o si no le estas poniendo suficiente atención. No siempre el joven es el único culpable, hay ocasiones en que los padres están tan ocupados que no se dan cuenta que no ponen atención ante las necesidades o las peticiones de sus hijos. Ten cuidado.