Tengo dos hijos de 25 y 28 años y les avise que es hora de que se independicen y dejen de vivir en mi casa, ya que estoy a punto de venderla y yo también me moveré a otro lugar más pequeño y que ya no puedo seguir manteniéndolos. Ambos tienen carreras y trabajos quizá uno no está tan estable pero tiene como mantenerse. Yo les ofrecí pagar el depósito de su nuevo apartamento pero aun así me gritaron de todo y me maldijeron. Critican todo lo que les di y demás. Ya estoy cansado de sus ofensas y de sus maltratos.
Respuesta
Es natural que los hijos crezcan y, eventualmente, quieran salir a buscar su propio camino. Sin embargo, parece que en tu caso, tus hijos se muestran reacios e incluso molestos ante la idea de independizarse. No conozco en detalle las razones por las que aún no se sienten capaces de vivir solos o asumir su propia responsabilidad, pero comprendo tu frustración y el cansancio que puedas sentir, deseando también un poco de paz y espacio personal.
Aunque esta situación puede parecer abrumadora, quiero recordarte que, como padre, tu apoyo sigue siendo importante para ellos, tanto emocional como económicamente. Es posible que este sea un momento ideal para enseñarles y guiarlos en su transición hacia la independencia, pero también para escuchar sus preocupaciones y tratar de entender por qué no se sienten listos para salir y descubrir de qué son capaces.
El rol de padre nunca termina, incluso cuando estamos cansados o cuando sentimos que los hijos actúan de forma ingrata. Si logras comunicarte con ellos en un momento de calma, sin que estén a la defensiva o molestos, quizá puedas comprender mejor sus miedos y preocupaciones. Esto no solo podría ayudarte a orientarlos, sino también a sentirte satisfecho contigo mismo al ver que, incluso en esta etapa, sigues siendo una fuente de apoyo y orientación para ellos.
Recomendaciones que pueden ayudarte a manejar la situación:
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Fomenta una conversación abierta y honesta: Intenta hablar con tus hijos en un momento tranquilo, donde puedan expresar sus preocupaciones y obstáculos sin sentirse presionados. Pregúntales qué les impide independizarse y escucha sin juzgar.
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Establece límites claros: Puedes fijar una fecha tentativa para que se muden y empezar a limitar la ayuda económica poco a poco. De este modo, les das tiempo para prepararse, pero también les dejas claro que la independencia es el objetivo.
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Ayúdales a planificar su independencia: Ofréceles apoyo para crear un plan de ahorro, encontrar opciones de vivienda accesibles o desarrollar habilidades de gestión financiera. A veces, los adultos jóvenes sienten miedo o incertidumbre simplemente porque no saben por dónde empezar.
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Desarrolla su sentido de responsabilidad: Pide que asuman mayores responsabilidades en el hogar, como contribuir con ciertos gastos o realizar tareas que normalmente tú hacías por ellos. Esto los ayudará a adaptarse a una vida independiente y a valorar la responsabilidad.
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Refuerza su confianza y habilidades: Ayúdales a ver que están preparados y que son capaces. A veces, los hijos sienten inseguridad y les falta confianza en su capacidad de manejar una vida por sí mismos.
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Sé paciente y flexible, pero firme: El proceso de independencia puede llevar tiempo, y es normal que sientan miedo o ansiedad. Aunque ofrezcas apoyo y paciencia, mantente firme en tu decisión de que deben asumir su propio camino.
Apoyarlos en esta transición será beneficioso tanto para ellos como para ti, y al final, ambos tendrán la oportunidad de crecer y disfrutar de una relación más equilibrada y saludable.
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