Aprender a vivir en armonía para tener una buena vida
Los vecinos son personas que viven cerca de cada uno de nosotros y sin embargo no son familiares, son gente que se puede incluir o no en la vida personal. En ocasiones ellos pudieran ser personas educadas, amorosas, prudentes y eficientes en casos de emergencia, sin embargo ellos, también pueden ser, individuos pesados, indispuestos que molestan y en muchos casos, hasta pueden llegar a lastimar o a incomodar terriblemente.
Lo cierto es que los vecinos son personas que si bien, no aportan benéficos directamente, tampoco deben de causar problemas y entrometerse en las cosas que no les incube.
Para vivir bien y en paz, hay que ser mejor, no juzgar y respetar a los demás
¿Cómo se puede diferenciar a un buen vecino de un mal vecino?
Muy fácilmente, cuando se tiene buenos vecinos se vive en paz, tranquilidad y seguridad… cuando no, obviamente que la calidad de vida se afecta, la comodidad disminuye y la tensión aumenta. Realmente no tener un buen vecino es una verdadera pérdida y un gran problema donde culpables e inocentes quedan afectados.
La falta de tolerancia y de sensibilidad, la visión egoísta y la falta de atención aunada a los múltiples compromisos, al mundo inhóspito que se ha creado y a esa actitud indiferente que se denomina en las grandes ciudades, muchas de las vecindades, conjuntos de casas y hasta colonias enteras se han convertido en lugares peligrosos para vivir.
No importa si el problema es un auto mal estacionado, niños jugando, la correspondencia equivocada, o hasta las mascotas ruidosas y mal portadas, cada vez son mayores las quejas y los reportes o las acusaciones y menos la actitud de compañerismo y protección hacia los vecinos.
Laura le regalo a sus hijos unos lindos gatitos los cuales solo tenían un par de semanas de haber nacido y de haberlos separado de su madre. Los niños felices porque recién se habían cambiado de casa y finalmente tenían un gran jardín donde podían jugar, correr y por supuesto disfrutar a sus nuevas mascotitas.
En el mismo conjunto residencial vive un señor mayor con aspecto muy enojón, solitario y parece ser que todo lo que le rodea le molesta, sobre todo si son niños pequeños risueños y juguetones, pareciera que la alegría y la felicidad de los demás le estorbaran y le causaran dolor.
Un día cuando la Laura la madre de los niños regreso a su casa después de un largo día de trabajo, encontró una bolsa de basura con los tres gatitos muertos… a pesar de que nadie sabe realmente lo que paso, todos asumen que el viejo enojón y malhumorado los mato.
Si el señor los mato o no es un tema muy delicado, pero la verdadera tristeza radica en la poca seguridad y la falta respeto de los vecinos demostraron para la familia de Laura, sus hijos y los pobres gatitos que mataron con crueldad.
¿Después de todo, quien quiere vivir junto a un asesino?
La receta
Como ser un buen vecino
Ingredientes
- 1 lata de respeto- reconocer los límites personales, horrarlos y aceptar sus diferencias
- 1 taza de sensibilidad – comprensión y compasión por los demás
- 2 pedazos de buen ojo – buena disposición, encontrar lo bueno buscar lo positivo
- 1 pizca de compañerismo – tratar a los otros con la prudencia que te gustaría ser tratado
- 2 cucharadas de objetividad – tener presente la realidad y no hacer fantasías inexistentes
- 1 rebanada de gratitud – aprecio y cariño de la vida propia con lo que se aprecia la de los demás.
Recomendación del chef
Si quieres tener buenos vecinos, tú debes de ser un mejor vecino primero. Pon atención a tu alrededor, busca, entiende, siente, y sobre todo siempre actúa correctamente por el beneficio de todos.
Como ser un buen vecino
- Se tú un ser de bien, actúa con prudencia, respeto y bondad. Si actúas con bondad y haces el bien, recuerda que el más beneficiado serás tú mismo. Toma decisiones correctas, no busques venganza, ni vivas con rencor, no envenenes tu alma por la culpa de los demás.
- Aprende a protegerte del mal sin por eso perder tu esencia para hacer el bien. No importa que tan cruel o desconsiderado sea tu vecino, no cambies tu esencia por nadie ni por nada. Puedes alegarte, cuidarte y sobre todo no te expongas cuando sabes de antemano que hay peligro cerca de ti.
- Trata a los demás justo como te gustaría que te traten a ti. Ayuda al débil, consuela al triste y si puedes tratar de hacer las paces con las personas que viven enojadas o amargadas. Conviértete en un ser de luz.
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