Mi esposo me fue infiel y tuvo una hija de esa relación seguimos juntos. Desde entonces mi hogar ya no es un lugar tranquilo como antes, peleamos mucho y no me siento en paz.
Becky responde
La infidelidad es una cuestión delicada y muy triste que tiene consecuencias muy serias. Para poder sobrellevar esta situación es necesario trabajar personalmente, pedir perdón y perdonar, así como pedir ayuda de personas profesionales.
No se puede superar una traición pretendiendo que uno puede tener una vida tranquila y pretender que no sucedió nada, porque en realidad se rompió un lazo importante que no se puede ignorar. Las relaciones íntimas son frágiles y se deterioran muy fácilmente si no se les cuida. Una infidelidad es una bomba llena de rencor, resentimientos y amargura que puede estallar en todo momento y por cualquier cuestión que no sea relevante.
La cuestión aquí será que tienes que decidir si puedes quedarte con tu esposo y aceptar que además tiene una hija de otra mujer. Si tu respuesta es afirmativa y te quieres quedar en el matrimonio tendrás que aprender a aceptar, perdonar y seguir tratando toda la vida de reconstruir el amor y la confianza que se ha roto.
Si tu respuesta es que no puedes sobrellevar la idea que te fueron infiel y que te duele demasiado que hay una hija de otra mujer en tu vida, entonces deberás de pensar que quizá sea mejor que te separes e inicies una vida sin tu marido.
La decisión de lo que quieres hacer solo depende de ti. Tú sabes que puedes resistir, que puedes perdonar y cómo quieres vivir. Ya que él parece que ya tomó su decisión. Él quiere quedarse contigo y que aceptes a su nueva hija. Él está cómodo y no te quiere perder, pero no sé si está consciente del dolor que te ha causado.
NO esperes que las cosas cambien y que la paz regrese al hogar sin antes haber trabajado y donde cada uno haya tomado la responsabilidad de sus acciones y de sus decisiones.
De que se puede recuperar la paz y tener un buen matrimonio se puede siempre y cuando ambos estén dispuestos a ser honestos, tengan la intención de sanar y la determinación para reconstruir el hogar que está en problemas.
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