Con estos tiempos difíciles, escaso dinero y angustia generalizada hay una gran cantidad de personas que han perdido su ímpetu para poder salir adelante.
Muchos de estos individuos, a pesar de que trabajan arduamente para conseguir sus propósitos, no los consiguen. Esto se debe en parte, porque sin darse cuenta hacen continuamente más de lo mismo, buscan donde ya buscaron, hablan repetidamente con quien no los quiere escuchar y vuelven a hacer lo que de alguna manera no les ha traído grandes resultados. Por otra parte, se pierden en una marea de detalles y se olvidan de enfocarse en lo que es realmente importante. Fácilmente caen en la rutina, la frustración y el enojo, sin darse cuenta que son ellos mismos los únicos que tienen el poder de ayudarse.
No hay héroes cunado se defiende una causa que no sirve.
Pedro, el director de una excelente escuela para jóvenes se encuentra muy agobiado por la situación crítica por la que está pasando el establecimiento. Llegó al punto que está dispuesto a abandonar sus sueños de que la escuela continúe creciendo y distinguiéndose en la comunidad.
En realidad Pedro ya ha logrado que su colegio tenga una excelente reputación. Se inscriben allí muchachos de todas partes del país debido al alto nivel académico y al trato especializado que estos jóvenes reciben. La visión y el trabajo del director se traducen en resultados reales y valiosos para la comunidad.
Así y todo, hay una parte del trabajo de este extraordinario director que lo está llevando a la ruina. La escasez de fondos lo obliga a invertir un gran tiempo en hacer llamados y solicitar donaciones. Siente que le falta el apoyo necesario; su personal carece de iniciativa y los padres de la escuela no se involucran y no ayudan. Pierde mucho tiempo tratando una y otra vez de apelar a la misma gente que se niega a cooperar. También malgasta su tiempo asignando responsabilidades a personas que ya han demostrado flojedad y a las que tiene que constantemente supervisar.
Pedro se siente sobre exigido y su familia está sufriendo ya que casi no tiene tiempo para ellos. Siente enojo, frustración y desilusión.
¿Qué hacer o decir a este hombre que ha dado todo lo que tiene al punto que ha sacrificado la estabilidad de su propia familia?
Ciertamente ha buscado modos de mejorar y ha encontrado algunas maneras creativas para traer fondos a la escuela. Sin embargo, todo esto no es suficiente para que el establecimiento subsista.
Hoy en día es vital que el director haga cambios drásticos en su administración, que ya no se dedique tanto a los detalles, que deje de hacer más de lo mismo y que comience a buscar por otro lado. No es sano aferrarse a principios que no están funcionando. Aún hay muchas puertas sin abrir y mucho que podría hacer antes de colgar los guantes y salir en busca de otro trabajo. El poner su tiempo en el lugar erróneo, su enojo y su desesperación son sus únicos impedimentos para poder ver con claridad como salir adelante y poder deshacerse del sentimiento de fracaso que le inunda su ser.
LA RECETA
Trabajando eficientemente
INGREDIENTES
- 1 taza de realismo
- 1 taza de aceptación
- 3 rebanadas de valor
- 1 manojo de persistencia
- 2 granos de esfuerzo
- 1 gota de esencia de creatividad
RECOMENDACIÓN DEL CHEF
Las actitudes y las creencias tienen un impacto grande en las acciones diarias.
MODO DE PREPARACIÓN
- Es importante ser realistas y saber aceptar la situación así como las fuerzas y las debilidades propias. No siempre las cosas son como quisiéramos que sean; vivir enojado y lamentándose sólo impide poder seguir adelante.
- Redefinir el problema y ver nuevas alternativas; sobretodo contemplar el menú completo. Los detalles son importantes pero no cuando distraen al cocinero de su objetivo principal. Hay que buscar todos los medios, ser creativo y entender que la solución no debe ser trivial. Hay que distinguir entre las buenas y las malas ideas y saber desecharlas. Dejar de hacer siempre más de lo mismo.
- Buscar las oportunidades que estimulen y generen bienestar. Cuando estamos en un medio ambiente que valora los esfuerzos personales, la autoestima crece creando un sentimiento de seguridad y confianza que motiva y conforta aun en los momentos más difíciles.
Larry
Mucho bla bla y “soluciones” genéricas, nada concreto.
No le pidas peras al olmo. No le pidas a una persona que haga el trabajo de 10. Si nadie ayuda a este hombre y la escuela perece, ni se te ocurra culparlo, porque no lo es. Es culpa de todos los demás que trabajan ahi y no ayudan lo suficiente.
Asco de sociedad la que vivimos hoy día. “Siempre es TU culpa, y de nadie más.”
Otra utopía más agregada a la lista.