La desesperación y la frustración sofocan la paciencia y uno prefiere darse por vencido. Pero ¿qué tal si no es el otro el que tiene que cambiar?
Ahora sí, esto ya se terminó. No puedo más. Yo ya hice mi parte y no cambia. La persona que soy hoy no tolera los comportamientos de mi pareja. Ya di mucho de mí, he trabajado demasiado y cambié más de lo que imaginaba, pero siento que todo queda igual. Estoy hasta el tope, ya no puedo. ¿Te suena conocido? En alguna ocasión has sentido que hagas lo que hagas las cosas no prosperan y tu única salida es terminar.
Cuántas veces has llegado al punto que sientes que no hay solución. ¿Pero? ¿Terminar será la única salida? ¿O… pudiera ser que hace falta buscar otra perspectiva? Quizá falta la disposición para escuchar y tratar de entender el punto de vista de la otra persona. Quizá no se tiene el valor para aceptar que, así como uno, él otro también tiene su razón y este desesperado de seguir en el mismo círculo vicioso sin encontrar una mejor forma de comunicarse u otra manera de actuar.
Cuando uno se atora o se estanca es difícil encontrar la salida porque por más que se esfuerce, en lugar de mejorar, uno siente que se hunde más y que no hay forma de continuar. Las cosas no se dan como uno espera, los problemas no se resuelven cuando uno quisiera, uno insiste que lo que ya se hizo lo que se pudo no hay nada más que hacer.
Palabras como: nunca va a cambiar, siempre es la misma historia, no puedo con esto, me doy esto ya no funciona y nunca va a ser mejor, cada vez que llegamos aquí las cosas no solo se ponen peor. Ya sé, esto ya no sirve. Nadie me entiende por más de que trato esto no va a funcionar.
Estos testimonios más que describir frustración o la necesidad de terminar, se puede notar la existencia de un gran dolor y mucha soledad. Hay un tono melancólico, negativo y arrogante. El foco de atención se encuentra en todo lo que no funciona. No se escucha valor en el esfuerzo y el trabajo que ambos hacen. Se escuchan quejas y un mensaje oculto o menos claro que se encuentra entre las líneas de la desesperación – Yo no quiero aceptar mi nueva realidad. Pensé que si cambio un poco todos cambiarían y las cosas mejorarían-. ¿Yo cambie por que el otro no cambia como yo le pido?
Allí se encuentra la esencia de este problema. Uno cambia y espera que el otro cambie y se adapte a uno sin querer entender que el otro probablemente esté esperando que uno haga lo mismo; que cambie y se adapte al nuevo contexto que uno quiere.
Los dos cambiaron, ninguno quiere ceder, ya que consideran que su cambio es más apropiado.
La receta
Aceptando los cambios
Ingredientes:
- Adaptación – ajuste a los sentimientos, la forma de pensar y la manera de actuar.
- Reconocimiento – ver el puente conector que no se podía ver por orgullo, miedo o arrogancia
- Actitud positiva – gratitud, alegría generosidad y compasión
- Consistencia – dedicación y constancia a pesar de las complicaciones
- Empatía – consideración y sensibilidad ante los sentimientos de los otros que están pasando por lo mismo
Afirmación Personal para superar las transiciones
Entiendo que cambiar significa progresar y mejorar. Resisto en el caos y la incertidumbre que produce el cambio. Tengo la disposición para aprender nuevos hábitos y mejores formas de pensar para que mis cambios sean positivos y efectivos. Acepto todas las emociones que involucran el cambio que deseo. Suelto mis miedos, no resisto y acepto los nuevos retos que acompañan a mi nueva realidad. Tengo fe y esperanza de que mi futuro será prometedor. Sé que vale la pena luchar a pesar del malestar que esto me provoca. Puedo y quiero cambiar, hoy es un buen día para iniciar un nuevo camino.
Como vivir en paz con la transición que implica el cambio:
1. Incorporar el cambio a la vida personal es un trabajo dedicado. Los cambios involucran períodos de crisis, incertidumbre y caos que requieren paciencia y un reacomodo emocional a la nueva realidad.
2. Cambiar es dejar un mundo y crear una nueva forma de ser tomando en cuenta a los demás. Cuando uno cambia tiene que reconocer que el proceso es complejo y hay que integrar a otros.
3. Los cambios son difíciles y complicados. Cada persona tiene su proceso y hace su transición como y cuando puede. Estos no son predecibles, lógicos ni estructurados.
“El cambio es una transición que sirve como un puente sanador que crea una nueva realidad y un nuevo propósito de vida.” *Prohibida su reproducción total o parcial sin el permiso escrito del editor y sin citar la fuente. Copyright © 2005-2022 Recetas para la vida© Todos los Derechos Reservados
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