¿Cómo afrontó el tormento de saber que mi esposo tiene un hijo con otra? a pesar de que él volvió por sí mismo… según él no va a dejar a su familia por nada que no vale la pena… ¡¡Pero existe el hijo y eso es algo que me atormenta…!!

Becky Responde

Tu eres la única que puede decidir hasta cuando quieres sufrir por algo que no puedes cambiar. Tú solamente puedes darle la vuelta y reconstruir una familia que nutra y promueva los valores familiares, la unión y el amor.

La cuestión no radica en cómo dejar de torturarte por un hijo que ya existe. Es difícil ser una persona grande que pueda soltar el enojo y aceptar la nueva y dura realidad. Por lo tanto, el problema, aunque no lo creas tiene que ver más contigo y con la forma como quieres manejar el asunto que con la existencia de esta personita.

¿Quieres sufrir por algo que no puedes cambiar? o ¿prefieres ver la forma que aceptas, sanas y sueltas el enojo para que puedan reconstruir una relación incluyendo la existencia de este hijo?

No explicas mucho de cómo y cuándo nació este hijo. ¿Si lo tuvo cuando estaban casados? o ¿si fue algo anterior a tu matrimonio? hoy en día te puedo decir que sea como fuere este hijo ya es una persona viva y tu marido quiera aceptar o no es su padre, y espero que sea suficientemente responsable para no dejar a esa criatura desprotegida. El hijo tiene el derecho de tener un padre y de tener seguridad.

No te puedo decir que hacer ya que tus sentimientos están muy lastimados. Lo siento mucho la verdad. Pero recuerda que ese hijo no tiene la culpa de los actos irresponsables de sus padres.

Por esta razón, yo te sugiero que lo más correcto sería aceptarlo, reconocer que no era algo esperado, puede llegar a ser una linda persona que los complemente y si recibe el amor y la aceptación requerida será un ser bueno, noble y seguro los llenará de alegrías.

En un inicio quizá sea difícil e incómodo, eventualmente lo podrás integrar a tu familia.

No te tortures por algo que tu no hiciste, no buscaste y no lo puedes cambiar. Déjate sorprender por esos regalos inesperados.