Desde que me casé siento que la relación con mi madre se ha deteriorado. Cada vez que hablo con mi mamá terminamos peleándonos. Simplemente me desespera. Siento que me repite tus problemas y que solo se quiere hacer la víctima. No puedo escucharla. Aunque me siento mal, la sensación de impotencia que me crea es muy grande. La quiero mucho, es una buena mujer, sé que es inteligente y que trabaja bien, pero cuando me cuenta sus problemas no tengo forma de escucharla sin que me desespere.

Becky responde

Para empezar el hecho que te casaste y estas formando tu nuevo hogar y tu familia te hace que te enfoques mas en tu casa y de alguna forma hace que todo lo que esté sucediendo alrededor no sea tan importante.

Tu nueva etapa de la vida te hace un poco impaciente cuando escuchas algunos temas que para ti parecen ser más de lo mismo. Entiendo que es difícil tu situación ya que por un lado no quieres perder la relación con tu madres pero por el otro hay cuestiones que en estos momentos se están moviendo más.

Tu presente y tu matrimonio son importantes. Cuida tu relación con tu mujer, asegúrate de construir un buen matrimonio pero, no te olvides que posiblemente eres el hombre que eres gracias al amor, los cuidados y la forma como fuiste educado. Por lo que te recomiendo mucho por tu propio bienestar no descuides la relación con tu mamá tampoco.

Como aprender a tener paciencia

1. Escucha sin juzgar, quizá no te está diciendo lo mismo.
2. Permite que te explique, pregunte y asegurate que no está repitiendo lo que tu sientes.
3. Trata de entender su punto de vista.
4. Respira, recuerda que no te está atacando, ni te está pidiendo que le resuelvas sus problemas.
5. No ser tan exigente ni esperes que ella hable como a ti te gustaria.
6. Escucha tu tono de voz y piensa la respuesta.
7. Enfócate en que no es un problema para que tú lo tengas que resolver, quizá solo está pidiendo que la escuches.
8. Recuerda que solo tienes que escuchar, ser paciente quiere decir tener la capacidad para esperar y poder escuchar.
9. Tu eres la persona que más se beneficia al ser paciente.

Beneficios de ser paciente:

La persona que aprende a ser paciente se vuelve más fuerte ante la frustración y la duda y por lo menos el sufrimiento es menor.

La paciencia fortalece el autocontrol y mejora la autoestima, por lo que el bienestar y el equilibrio emocional hacen que la persona se sienta mejor de sí misma.

Mejora el control para no ser impulsivo por lo que su forma de actuar es más sensata y puede manejar con mayor eficiencia la adversidad y las presiones externas.

Se convierte en una persona clave para trabajar en equipo y hace que las personas que están cerca se sientan comprendidas.