Mi relación con mi marido no está funcionando. Hemos tratado ya más de dos terapias con distintas personas y la verdad no nos han podido ayudar. Cuando estamos en la sesión entendemos y escuchamos lo que nos pasa, al principio le echamos ganas y si vemos que nos sirve y que nos ayuda pero con el tiempo dejamos de hacer caso, y volvemos a nuestros mismos hábitos y rutinas. No creo que las terapias puedan ayudar a las parejas.
Becky responde
Cada caso es distinto creo que es muy peligroso generalizar ya que cada situación tiene lo suyo. En general te puedo decir que uno de los problemas más grandes que sucede cuando se trata de las terapias de pareja tiene que ver con el hecho de que cuando se deciden pedir ayuda la relación ya se encuentra muy lastimada y los malos hábitos, el resentimiento y las ofensas son tan severas que la comunicación se ve muy dañada.
Por otro lado, es muy injusto poner la responsabilidad del mejoramiento de la relación en manos de un tercero. Sobre todo si este tiene acceso limitado tanto a la información que traen como a el tiempo que comparten. Es decir una relación de 10 o 20 años no se puede cambiar de la noche a la mañana ni porque se trate con el mejor terapeuta del mundo.
Una tercera alternativa que hace que las terapias no punciones es por que las personas ocultan la verdad, no dicen lo que en realidad les molesta, ni están dispuestos a cambiar.
Buscar ayuda siempre es una buena alternativa cuando se tienen problemas en el matrimonio, más esta no es la solución. Para que los problemas se resuelvan es necesario tener la disposición de escuchar, tener la intención de mejorar y estar dispuestos a cambiar.
Probablemente hay algunos terapistas o psicólogos con mejores herramientas y con más experiencia y esto puede ayudar a que las terapias sean más efectivas. Pero en general, todas las personas que se dedican a ayudar a las personas tienen una buena intención pero solas ellas no pueden trabajar ni mejorar las relaciones.
¿Cuándo funcionan las terapias de pareja?
- Cuando ambas partes están dispuestos a trabajar con sinceridad y sin ego en su pareja.
- Cuando se llega a la sesión con ganas de escuchar y aprender cómo ser mejor y no se trata de encontrar culpables o justificar sus acciones.
- Cuando se utiliza la terapia como una plataforma para hablar de temas difíciles pero en la casa se crea un ambiente de armonía y se trata de aplicar todo lo que se escucha.
- Cuando el terapeuta no se convierte en juez o da la razón sino facilita la comunicación.
- Cuando se vencen las resistencias y se encuentran las razones para preservar la relación.
Una terapia es un medio muy eficiente para ayudar a las personas a que se aprendan a contener y sepan cómo escucharse pero no es magia, ni puede hacer milagros si las personas no ponen de su parte para mejorar.
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