Comenzar una frase con un “no” simplemente bloquea la visión de las oportunidades, incluso cuando estas parecen limitadas; siempre hay algo que se puede hacer.

Caer en la trampa de sentirse impotente, sin la libertad de controlar decisiones, crea ansiedad, decepción, frustración e impotencia. Estos sentimientos negativos generan la sensación de que nada que hagamos es suficiente para cambiar la situación y resolver los problemas.

Estudios con personas mayores al final de sus vidas revelaron tres ideas claras a partir de sus experiencias de esfuerzo, lucha y trabajo a lo largo de toda una vida:

1. No vale la pena trabajar más para tener más dinero y comprar cosas si al final se vive solo y rodeado de gente resentida.

2. No es importante ser la persona más rica; el dinero no define el éxito personal. Lo que dicen los demás no importa tanto como sentirse bien consigo mismo.

3. No se debe elegir un trabajo solo por el sueldo; la satisfacción y gratitud por la oportunidad de vivir son esenciales.

Más allá de la abundancia económica, lujos, éxito y fama, lo que realmente valoramos es la posibilidad de controlar nuestras vidas, estar con quienes queremos y disfrutar de lo que tenemos, independientemente del dinero que tengamos.

Cuando entendemos que lo crucial es sentirnos bien con nuestras elecciones, la calidad de vida y las relaciones personales que cultivamos, el tiempo que disfrutamos y la ayuda que ofrecemos, podemos cambiar el “no puedo” por “puedo hacer”.

“No puedo”, “no sé”, “no tengo”, “no debo” son frases automáticas, pero no debemos temerles. Son palabras impuestas por un entorno social lleno de prejuicios y aprendizajes que no representan toda la realidad. Estas frases limitan y condicionan nuestra percepción.

Dejar de reaccionar automáticamente libera de la impotencia y la frustración. Pensar en términos más accesibles, como “si pudiera”, “si tuviera”, “si supiera que podría hacer”, otorga poder, alimenta la autoestima y nos permite movernos en lugar de quedarnos paralizados.

Cuando nos tomamos el tiempo para reconocer nuestros propios sentimientos, nos liberamos de preconcepciones negativas y dejamos de enfocarnos en obstáculos. Esto marca un cambio significativo: dejamos de predecir un futuro desconocido e incontrolable.

Decir “no sé”, “no tengo”, “no puedo”, “no debo”… es, en realidad, predecir y asegurar cosas sobre las que no tenemos control ni conocimiento. Una recomendación valiosa es detener estas suposiciones equivocadas y tomar decisiones basadas en el poder y la convicción, reconociendo que los cambios y las oportunidades comienzan con pequeñas transformaciones.

Es crucial tener la convicción de que siempre hay una nueva forma de abordar las situaciones, una perspectiva diferente de la vida. Más importante aún, reconocer que hacemos lo que podemos con lo que tenemos, sin necesidad de sentirnos mal por no tener más o no saber mejor.

La receta

Nuevas Posibilidades

Ingredientes:

• Convicción – certeza que siempre hay una nueva posibilidad y otro camino.
• Paciencia –  calma, no apresurarse y dejar que los pensamientos automáticos paralicen.
• Creatividad – encontrar alternativas en lugares o con personas distintas y novedosas.
• Acción – ponerse en movimiento intentando hacer cambios pequeños y continuos.
• Flexibilidad – apertura a cambiar y a ajustar los objetivos para conseguir mejores resultados.

Afirmación personal para ver posibilidades:

Tengo la certeza de que siempre hay espacio para algo nuevo, para explorar otras posibilidades y reconocer que la vida puede ser vista desde diferentes perspectivas. No es necesario ser una persona grandiosa, valiente o importante para percibir el cambio; Puedo  abordar las cosas de manera distinta, con una actitud fresca y la intención de dar, hacer o verlas desde una nueva perspectiva. Respeto y acepto que cada persona hace lo mejor que puede. Reconozco el valor de sus acciones al igual que el de las mías. Abro mi visión al universo y permito que las cosas fluyan sin intervenir. Acepto mis limitaciones y la realidad tal como es, sin la necesidad de ajustarla a mis demandas. Encuentro el “sí” en todo lo que se presenta y creo que todo es posible con paciencia y constancia.

Cómo encontrar el sí en todo lo que buscas:

1. La paciencia emerge como la clave para encontrar el “sí” en la vida. El secreto radica en mantener la calma y saber esperar con una visión panorámica, reconociendo que hay cosas que no se pueden apresurar debido a que sus tiempos son perfectos.

2. Una mente clara, un corazón limpio y una visión real facilitan el camino hacia el logro. Para alcanzar grandes metas, es fundamental tener la convicción de que se cuenta con todo lo necesario.

3. El “sí” se manifiesta cuando uno se esfuerza al máximo. La condición esencial para que las cosas ocurran es moverse, actuar y dejar de enfocarse en lo que falta, lo que no se tiene y lo que parece imposible.

“Cuando crees en tu capacidad, la vida te escucha y te impulsa a alcanzar tus objetivos. Hoy sí, mañana sí, siempre sí.” *Prohibida su reproducción total o parcial sin el permiso escrito del editor y sin citar la fuente. Copyright © 2005-2024 Recetas para la vida© Todos los Derechos Reservados

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